Legorreta y Álvarez Icaza, artífices de la Primaria de Tecómitl

• Lamentablemente la falta de apreciación arquitectónica por los directivos de dicho plantel hizo que perdiera su particularidad histórica y su singularidad

Por Manuel Garcés Jiménez | Nosotros | Enero de 2011

Existen hombres que se preocupan por impulsar el progreso del país a través del fomento a la educación y la cultura en lugares donde necesita iniciar el avance social. Los resultados salen a la vista a través del tiempo repercutiendo por muchos años. Estos personajes pasan a la historia por las obras realizadas, tal es el caso de don Agustín Legorreta López, quien con su apoyo como funcionario de la banca nacional apoyó la construcción de la escuela primaria en San Antonio Tecómitl, delegación Milpa Alta, inmueble que se localiza al poniente del centro del poblado, en las faldas del volcán Teutli. Nos referimos a la actual Escuela Primaria 41-313 que lleva precisamente su nombre.

Aprobada su construcción, participó otro personaje singular, ferviente católico, constructor, periodista y luchador social, el ingeniero José Álvarez Icaza Manero, quien aplicó sus conocimientos de ingeniería en la construcción de la escuela, como antes lo hizo en Ciudad Universitaria, incluido el Estadio Olímpico México 68. 

¿Quién fue Agustín Legorreta López?

Pregunta obligada para todo alumno que cursa su ciclo escolar en dicho plantel es ¿quién fue Agustín Legorreta?. Lo cierto es que el 21 de marzo de 1951 se inició la construcción de la escuela y al año siguiente fue concluida.

Nació en la Ciudad de México el 19 de marzo de 1912, realizó sus estudios de primaria, secundaria y preparatoria en escuelas de la capital, luego continuó sus estudios en Estados Unidos y Francia, donde se especializó en administración.

Ingresó al Banco Nacional de México el 6 de diciembre de 1932 a la edad de 30 años, y el 4 de agosto de 1943 fue nombrado subdirector de dicha institución. Más tarde, el 10 de septiembre de 1962 fue designado director general.

Sus acciones benefactoras lo motivaron para apoyar la construcción de la escuela primaria de Tecómitl a través del Banco Nacional de México, en terrenos adquiridos por la población a través del entonces subdelegado (equivalente a lo que hoy es el coordinador de enlace territorial), y con la participación activa del profesor Quintil Villanueva, se dieron a la tarea de recaudar fondos para la obra.

Directivos del Banco de México solicitaron a la empresa constructora a cargo del arquitecto Guillermo Zárraga, la construcción del plantel bajo la dirección del ingeniero José Álvarez Icaza.

En la ceremonia inaugural y entrega del inmueble estuvieron presentes Manuel Gual Vidal, secretario de Educación Pública; Agustín Legorreta, funcionario del Banco Nacional de México; el ingeniero José Álvarez Icaza y el arquitecto Guillermo Zárraga, autores del proyecto, así como pobladores quienes airosos de júbilo lanzaron vivas a todos los asistentes por tener un nuevo plantel para sus hijos. 

Ya en funciones, el plantel acogió a seis grupos únicamente, por lo que dos años después, siendo presidente de la República Adolfo Ruiz Cortinez y regente del Distrito Federal, Ernesto P. Uruchurtu, se propuso al comité organizador del Programa Federal de Construcción de Escuelas un terreno anexo para que se levantara otro edificio.

Cabe señalar que en la Plaza de la Corregidora o Plaza Principal del poblado se localizaba una escuela antigua con tres salones, teatro al aire libre (con escalones) y un cuarto donde se encontraba la planta generadora de energía eléctrica para la iluminación, por algunas horas, de las esquinas del jardín y Calzada Las Palmas.

Al paso de los años llegó la energía eléctrica, por lo que quedó en desuso el cuarto, siendo adaptado para aula, por lo tanto, ya se contaban con cinco aulas, incluyendo el espacio del teatro al aire libre. Con los seis grupos en la nueva escuela se tuvieron en total 11. Ante esta situación se inició otro proceso para que se levantara un nuevo edificio en el terreno anexo a la Escuela Primaria «Agustín Legorreta» que agrupara a las dos escuelas.

En 1957 dieron inicio las obras del nuevo edificio por cuenta del Gobierno del Distrito Federal. La segunda parte fue inaugurada en 1958, con José Ángel Ceniceros como secretario de Educación. Las 15 aulas que se aumentaron dieron en total 21 salones de clase que remediaron la situación de los 1,066 alumnos que concurrían tanto de Tecómitl como de otros pueblos vecinos, incluso de los estados de México y Morelos.

José Ángel Ceniceros en la visita que hizo a la Secundaria 9 el 12 de mayo de 1955, el profesor Quintil Villanueva le reseñó la lucha de los habitantes de Tecómitl por sus escuelas, a través de un elocuente discurso titulado «Honor a Tecómitl» en el que ponderó la lucha del pueblo por conseguir dos escuelas: la Secundaria 9 «Teutli» y la Primaria «Agustín Legorreta»[1].

José Álvarez Icaza Manero

A finales de noviembre del año pasado (2010) murió José Álvarez Icaza, promotor de los derechos humanos y fundador del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), y en los medios de comunicación se comentó que pertenecía a la «especie rara de los políticos bondadosos». Persona congruente que nunca dudó en pagar el costo de sus convicciones. Padre de once hijos, uno de ellos, Emilio Álvarez Icaza, ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.

Pepe, como lo conocían sus amigos, fue indiscutiblemente un luchador social, con principios católicos e ideología de izquierda, pensamiento demostrado con la participación directa al lado del ingeniero Heberto Castillo Martínez.

En San Antonio Tecómitl, Milpa Alta, quedó plasmada una de sus obras, la construcción de la Escuela Primaria «Agustín Legorreta». En aquel año de trabajo conoció y trató de cerca al promotor de la educación en el pueblo, el profesor Quintil Villanueva Ramos. Como recuerdo de su participación, su nombre que aparece a la entrada en un pequeño y modesto grabado en un recuadro de cemento en cuyo texto apenas visible por el tiempo se lee: «Proyectaron: Azcárraga (Salvador) Arquitectos. Construyeron: (ilegible) Álvarez Icaza, junio 1951».

Cuánto ha cambiado la escuela de aquella época. Aún recuerdo su originalidad al que le llamábamos «La Escuela de piedra». La entrada se veía como con imponentes órganos. Singulares aulas, baños, dirección y corredor levantados con piedra volcánica artísticamente bien trabajado, haciendo juego con las tejas decorativas y tabique aparente. Lamentablemente la falta de apreciación arquitectónica por los directivos de dicho plantel hizo que perdiera su particularidad histórica y su singularidad al aceptar que se cubrieran los pisos con una gruesa capa de simple cemento.

A un costado, al poniente del edificio, la naturaleza proporcionó una gruta que surgió hace miles de años en la actividad volcánica del Teutli; tenía aproximadamente dos y medio de altura y cinco metros de profundidad, hasta desvanecerse. En su interior se apreciaban algunas figurillas de barro simulando una habitación prehispánica, bueno, hasta esa maravilla y peculiar cavidad natural fue destruida.

En 1990 Álvarez Icaza fue invitado a la Semana Cultural en San Antonio Tecómitl, organizada con motivo del cincuentenario de la Secundaria Diurna Número 9. Fue la fiesta con motivo de medio siglo de vida de la escuela «Teutli». Aprovechando su estancia en el poblado visitó con algunas amistades y amigos el plantel cuya obra había dirigido de joven, la cual realizó cuando apenas había concluido la carrera de ingeniero civil.

Su visita la plasmó en uno de sus artículos publicados en el periódico El Universal con fecha del 10 de marzo de 1990, haciendo mención de tan agradable convivencia: «Ante el empuje de los habitantes de Tecómitl, el Banco Nacional de México decidió donar una escuela primaria, cuyas obras se iniciaron a promoción del arquitecto Guillermo Azcárraga el 21 de marzo de 1951 y se concluyeron el 24 de junio del año siguiente. Tuve el privilegio de ocuparme de la construcción de esta escuela edificada entonces por mi propia compañía constructora».

Tuve la fortuna de tratar al ingeniero, quien tiempo después me invitó a colaborar en la revista Cencos-Iglesias que él dirigía. Un artículo que me viene a la memoria fue el del número 81, del mes de octubre de 1990, «Fray Martín de Valencia, primer ecologista de América«, investigación que dediqué al licenciado y presbítero de la iglesia de Tlalmanalco, estado de México, Jesús Zavala López, ferviente biógrafo de fray Martín Valencia, quién coordinó el 450 aniversario de su muerte. En la portada del número apareció un bosquejo del santo varón de la orden franciscana, orientando a un niño indígena hincando  con una planta de olivo, boceto realizado por el maestro Raymundo Cobo[2].

Precisamente la crisis económica de finales de aquellos años en que atravesaba el país la revista aparecía con un costo de venta de $2,500.00, ¡imagínese que precio!, tenía interesante información por lo que lograba agotarse su distribución tanto en México como en países de Centro y Sudamérica.

Alguna vez, Álvarez Icaza relató a la revista Proceso cómo fue su conversión al socialismo. Lo hizo con convicción, con fe, con sencillez, con sentido del humor. Pero quizá una de las mejores estampas sobre su persona la elaboró María Inés Jurado, quien fue su auxiliar durante muchos años, en su emotivo libro Bucareli 20, editado en 2009 por la Fundación Heberto Castillo: «Dentro o fuera del partido, en Cencos, aprendí de él, día a día, valores, conocimientos, entusiasmo y sobre todo, a ver lo bueno en medio del desastre». Alguna vez le dijo: «quedamos los que puedan sonreír, en medio de la muerte, en plena luz…»

Sin lugar a duda los habitantes de Tecómitl se sienten orgullosos de mantener en la memoria histórica a dos hombres reconocidos por los mexicanos por su labor social: Agustín Legorreta y José Álvarez Icaza. ♦

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Bibliografía:

Ángel Ceniceros, José. Educación y Mexicanidad. Populibros La Prensa, División de Editora de Periódicos, S.C.L. México, 1958.

Castillo Martínez, Heberto. Heberto y el PRD. Fundación Heberto Castillo Martínez, A.C. México, 1999.

Castillo Martínez, Heberto (1928 – 1997). Heberto por siempre. Asamblea Legislativa del D.F. México, 2008.

Escuela Secundaria Diurna Núm. 9 Un cuarto de labor educativa (1940-1965). Impresión: Lito-impresora Panamá 313, Portales, México, D.F. 1966.

Periódico La Jornada. Sábado 27 y domingo 28 de noviembre de 2010. 

Periódico El Gráfico. Miércoles, 1 de diciembre de 2010.

Periódico El Universal. Sábado 10 de marzo de 1990.

Revista Cencos-Iglesias. Centro Nacional de Comunicación Social. Año VII Núm. 81, octubre de 1990, México, DF.

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* Presidente del  Consejo de la Crónica de Milpa Alta.


[1] El discurso completo lo podemos leer en dos libros: La historia de la Secundaria Diurna Núm. 9, página 6.  El segundo: “Educación y mexicanidad” discursos de José Ángel Ceniceros, Pág. 188, 189 y 190.

[2] Raymundo Cobo, artista plástico autor de los bocetos que aparecen en el libro de la historia de la Secundaria 9 Teutli (1940-1965).

Vida Social. N. y m. en el D.F. (1912-1972). Estudió en la Universidad de Columbia E.U.A. y en la Esc. de Altos Estudios Comerciales de París, Francia. En 1931 comenzó a trabajar en Banco Nacional de México, donde fuee director (1943-1952) director general (1952-1972) y presidente del Consejo de Administración (1970-1972). Fue presidente de la Asociación de Banqueros en dos ocasiones.

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