Volcanes de la Ciudad de México en Tlalpan, Tláhuac, Milpa Alta y Xochimilco

• Entre los más conocidos están el Tetlalmanche, el Pelado, el Cuauhtzin, el Xitle, el Chichinautzin y el Tlaloc. Hasta hay un volcán que tiene una cancha de futbol en el cráter

Debido a la posición de nuestro país en el planeta y a las sierras volcánicas y otras planicies con las que cuenta, en la Ciudad de México existen varios volcanes que, aunque pequeños, sí pueden expulsar gran cantidad de material que afectarían zonas habitadas, como ocurrió con el Xitle hace cerca de 1700 años; sin embargo, ninguno de ellos presenta actividad y son conocidos popularmente como cerros.

Estos volcanes se localizan en las demarcaciones del sur del territorio que comprende la capital del país, como Tlalpan, Tláhuac y Milpa Alta, los cuales, a decir de la Universidad Nacional Autónoma de México, son monogenéticos, porque sólo tuvieron una erupción, lo que significa una vida corta, además de ser pequeños.

La Sierra Chichinautzin atraviesa el Valle de México y contiene cerca de 220 volcanes de acuerdo con datos de especialistas de la UNAM.

Un volcán es una abertura en la corteza terrestre donde roca fundida, gases y escombros salen a la superficie, como lo explica el gobierno de Estados Unidos. Este tipo de fenómenos, al hacer erupción, expulsan lava que puede fluir a velocidades de hasta 161 kilómetros por hora.

Otros volcanes son poligenéticos, los cuales tienen varias erupciones, una vida larga y son de gran tamaño, como el Popocatépetl y el Paricutín, que aunque este último ya está inactivo, realizó una expulsión de material durante nueve años entre 1943 a 1952.

Volcanes en la Ciudad de México

El volcán Tetlalmanche

Volcán Guadalupe o Tetlalmanche

Este volcán, conocido también como el Borrego, se localiza en entre las alcaldías Tláhuac e Iztapalapa, forma parte de la Sierra de Santa Catarina y tiene una altura de 2 820 metros sobre el nivel del mar, por lo que se considera el punto más alto de la zona. Además, en la Sierra de Santa Catarina que congrega siete volcanes, se encuentra el Xaltepec, otro de los más conocidos.

Volcán el Pelado visto desde la carretera libre a Cuernavaca

Volcán El Pelado

Es, uno de los volcanes extintos más grandes de Tlalpan y del Valle de México. Con 182 metros de altura y 1029 metros de diámetro medio y un cono secundario en forma de herradura, llamado Tzotzocol de 79 metros de altura y 390 metros de diámetro, recibe su nombre debido a la falta de vegetación en su cono como resultado de la plaga del escarabajo de la corteza del pino (Dendroctonus adjuntus), que diezmó la vegetación, misma que hasta el día de hoy no ha podido recuperar.

Su última erupción tuvo lugar hace aproximadamente 10 mil años (fechamiento realizado  por radiocarbono de paleosuelo debajo de la lava), una erupción violenta que cubrió un área de 80 kilómetros cuadrados con un grosor de lava entre los 15 y 25 metros.

Con sus 3 mil 620 metros sobre el nivel del mar es la segunda cima más alta de Tlalpan y la tercera más alta de la Ciudad de México (tan solo 310 metros debajo de la Cruz del Marqués) por lo cual es común que en épocas de frio su cráter se llene de nieve, manteniendo gran parte del año temperaturas cercanas a los cero grados[1].

El «Venerable señor»

Volcán Teuhtli

El volcán Teuhtli tiene 2 700 metros sobre el nivel del mar y una característica singular: es más ancho que alto. A decir de especialistas su última erupción fue hace más de 10 mil años. Su nombre significa «Venerable señor». Está ubicado entre los límites de las alcaldías Tláhuac, Milpa Alta y Xochimilco.

El Cuauhtzin, del campo volcánico Sierra Chichinautzin

Volcán Cuauhtzin

Es un volcán cuya altitud es de 3490 metros. El Cuauhtzin está situado cerca de San Salvador Cuauhtenco, en la Alcaldía Milpa Alta.

Volcán Xitle (foto superior)

Con una altura de 3150 metros sobre el nivel del mar, en las faldas del Ajusco, al sur de la capital, tuvo su erupción hace aproximadamente 1670 años, y su lava se extendió por las que actualmente son las alcaldías Tlalpan, Coyoacán y Álvaro Obregón. Se encuentra inactivo y es seguro visitarlo.

La investigadora Marie Noëlle Guilbaud, del Instituto de Geofísica de la UNAM, señaló que si se repitiera la expulsión de lava de hace casi 1700 años, la incandescencia expulsada no causaría muertes porque la población sería desalojada oportunamente, pero sí enterraría lo que encontrara a su paso. Pero las cenizas cubrirían diferentes zonas y afectarían el tránsito aéreo, colapsarían techos y taparían drenajes.

Corredor Biológico Chichinautzin

Volcán Chichinautzin

Se localiza en los límites de la Ciudad de México y el estado de Morelos, cuenta con 3510 metros sobre el nivel del mar. Chichinautzin es una palabra náhuatl que significa «Señor que quema», término que permite suponer que la región ya se encontraba habitada cuando sucedieron algunos de estos eventos eruptivos.

El Tláloc visto desde el cerro Telapón

Volcán Tláloc

El volcán Tláloc es una eminencia orográfica, se localiza al sur de la Alcaldía Milpa Alta y forma parte de la Sierra Ajusco-Chichinauhtzin, en el Eje Neovolcánico. Tiene 3690 metros sobre el nivel del mar. La población más cercana a la cumbre de la montaña es San Lorenzo Tlacoyucan, se encuentra a más de ocho kilómetros. El punto más alto del Tláloc se encuentra a 3690 metros sobre el nivel del mar, y a 1450 metros sobre el nivel medio del Valle de México. El Tláloc es el punto más alto de Milpa Alta y una de las principales elevaciones de la Ciudad de México.

Volcán San Miguel

Este es un volcán muy antiguo, se cree que se originó hace millones de años. En sus laderas se encuentran zonas de las alcaldías Cuajimalpa, Álvaro Obregón y Magdalena Contreras. Está inactivo.

Campo de futbol en el cráter del Teoca. Fotografía Karla Almaraz

Volcán Teoca

El volcán Teoca se encuentra inactivo y cuenta con una cancha de futbol en lo que era su cráter. Además, en las faldas hay un centro ecoturístico, se localiza en la carretera Santa Cecilia a San Bartolomé, en el pueblo de Santa Cecilia, Xochimilco.

Su nombre proviene de la palabra náhuatl teocalli que significa «Casa de un dios». Durante la época prehispánica y al igual que otros volcanes y cerros, fue utilizado para rituales y como observatorio astronómico. «Teoca sería un lugar de observatorio y un lugar de adoratorio, no precisamente para habitarse sino para hacer rituales como todos los cerros alrededor. Son lugares de observación astronómica pero también para hacer rituales de fertilidad a la Tierra», explicó Melchor Soto Canchola[2]. ♦


[1] Información e imágenes extraídas de la tesis “Historia eruptiva del volcán Pelado (Sierra del Chichinautzin, México) para obtener el grado de maestra en ciencias de la tierra, presentada por Ainhoa Lorenzo Merino.

[2] CDMX Secreta.

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