¡Y no es que me quiera morir, pero…!

• Esto de realizar el testamento no es una cuestión trivial. Es septiembre, estamos en el mes del testamento y es frecuente escuchar en la radio una retahíla de razones por las cuales es conveniente realizarlo

Por Efrén Camacho Campos

Como casi todas las mañanas, antes de preparar el almuerzo para el nieto me doy un poco de tiempo para reflexionar, muchas veces en la «inmortalidad del cangrejo», en lo que ha sido mi vida, mi familia, los amigos; asimismo. en lo que creo haber hecho mal y, sobre todo, en lo que estoy convencido que han sido mis aciertos.

Hoy muy temprano salí a lavar el cochecito de mi hija y coincidí con algunos vecinos, casi todos contemporáneos, es decir, frisando la séptima década, quienes salen a ejercitarse de madrugada. Saludé a varios, pero uno de ellos se detuvo a platicar un poco conmigo. Él es un profesor de primaria, ya jubilado, con quien converso sobre la familia, el estado del clima, la inseguridad que empieza a notarse en Aguascalientes, a pesar del esfuerzo de las autoridades locales por blindar los límites fronterizos con Zacatecas. Sin embargo, sin esperarlo, la conversación dio un giro inesperado, confieso que me sacudió un poco, porque a pesar de tratarse de una situación por la que ineludiblemente todos pasaremos algún día, es conveniente considerarlo seriamente. Sucede que me pidió ser testigo en lo que será su última voluntad, su testamento.

Desde luego que le dije que sí, que me confirmara con tiempo para estar preparados y acompañarlos ante el Notario. Después, ya en la hora del desayuno, le comenté a mi esposa y le dije que también nosotros debemos realizar este trámite, soltó la carcajada, diciéndome que mi amigo el alemán ya me había pegado muy fuerte, ya que me recordó que ese documento lo habíamos hecho hace tres años. Desayunamos tranquilos y recordamos cómo hace más de cuarenta años estábamos buscando amigos para que fueran nuestros testigos en la boda por el civil y muchos años después, ante la distancia y el tiempo ya transcurrido, tuvimos que acudir también con unos vecinos para que fueran nuestros testigos del testamento. Ahora bien, esto de realizar el testamento no es una cuestión trivial. En este mes de septiembre escuchamos, principalmente en la radio, que estamos en el mes del testamento y a continuación sueltan una retahíla de razones por las cuales es conveniente realizarlo, entre la que destaca la de «heredar tranquilidad a sus familiares y amigos cercanos».

En el vínculo Preguntas frecuentes mes del testamento | Mes del Testamento | Gobierno | gob.mx (www.gob.mx), podemos conocer de manera detalla cómo realizar dicho trámite y que en este mes tiene descuento especial. Cabe señalar que este sitio del Gobierno de México, destaca principalmente lo siguiente:

¿Qué pasa si no otorgo testamento?

En el supuesto de no dejarse un testamento, la ley establece quiénes serían los herederos y en qué proporción. Esta situación puede provocar que la familia del difunto enfrente gastos elevados, pérdida de tiempo y en ocasiones conflictos entre aquellas personas que consideren tener derecho a recibir los bienes, pues tendría que tramitarse un juicio sucesorio ante el juzgado de lo familiar para determinar el reconocimiento de herederos que en muchas ocasiones puede no coincidir con la voluntad de la persona que falleció y que no formuló testamento alguno.

Con Testamento

Los herederos acuden a la notaría o también podrán hacerlo vía judicial.

Se realiza la búsqueda del testamento y se apertura la sucesión.

Se nombra al albacea que decidiste en tu testamento.

Se hace un inventario y avalúo de tus bienes.

Se lleva a cabo la administración de bienes y posterior repartición a los herederos. Se cumple tu voluntad.

Sin Testamento

Se inicia un juicio sucesorio intestamentario.

Se convoca a todas aquellas personas que se sientan con derecho a heredar, para hacer la declaración de herederos.

El orden de prelación para heredar es:

  • Descendientes.
  • Cónyuge, concubina o concubinario.
  • Ascendientes.
  • Parientes colaterales hasta el cuarto grado.

Se designa un albacea.

Se hace un inventario y avalúo de los bienes.

Se administran los bienes y se realiza un proyecto de partición, en el cual se llega a un acuerdo y resolución sobre este. Se adjudican los bienes a los herederos.

En fin, como solía decir Armando Ramírez al final de sus colaboraciones en el programa televisivo de Matutino Express: «Échele un ojito, nomás, ¿qué tanto es tantito?». Y no heredemos problemas. ¡Salud! ♦

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