Mixquic, Calmecatl, Aztlán, Olmecame

• Texto escrito por Jeannette Ochoa, secretaria académica; Cuauhtémoc Barrios García, Tlamacazqui, y Salvador Barrios Tepalcapa, asesor técnico. Comatlchicatzin. Campo Experimental Agrícola

Revista Nosotros, Núm. 9 | Octubre de 1997

Mixquic, ¡oh! tierra sagrada de la milenaria cultura Madre Olmecatl, tierras del Mictlán (Michico Aztlán), tierra de nuestros venerados abuelos y nuestras veneradas abuelas, donde nuestro venerable Sol sale majestuoso para darnos vida. Tierra sagrada de Anáhuatl de noches serenas bañadas de luna, y donde el agua se ve espejear. Mansión roja del Dios del Fuego, Huehuetéotl (Tata Dios).

Mixquic entre las aguas celestes está protegido por los colosos guardianes pétreos, entre ellos sagrados cerros y volcanes. Cerros como el de Tláloc, Tulmiac, Chichinauhtzin, Cuauhtzin, Teuhtli o Tehuehentzin; Ayaquemetl, Talapón, Tejolote y Tezonco principalmente. Entre los volcanes están el Iztaccíhuatl, Popocatepetl y Xico (molcajete).

Mixquic, región de grandes lagos de agua dulce, de chinampas cultivadas de maíz, chile, calabazas y de toda clase de verduras. Jardín de flores acuáticas como las ninfas, cabeza de negro, cacomites (camotes lacustres), acaxuchitl, pensamientos, alcatraces, chícharos, pinceles… De árboles frutales como los duraznos, los membrillos…

De pintorescas aves como las chochoyatas (pájaras viejas), el vorduguez, saltapachichitl, pato golondrino gallaretas, zarcetas, matraqueros, agachones, turcumún, cuachilla, zambos…

A la muerte de un Señor Olmecatl el  cadáver era quemado, en el lugar de Dios (teopan), y sus cenizas depositadas en una urna de cristal de roca, y colocada en la casa de Dios (Téotl~Calli). Cada año los macehuales olmecatlz concurrían con sus Chinancalcatlz, Tlamacasques y su Tecuhtli a tributar a los difuntos soberanos el homenaje de su recuerdo para perpetuar su memoria. Recordando las acciones gloriosas de sus venerados abuelos, la nobleza y antigüedad de sus familias.

Los venerables Señores de Mixquic jugaban con los Señores de Tláhuac, Tecoxpa, Tepoztlán, Culhuacán, Texcoco… al juego sagrado de pelota con el puño de pared a pared en el Teotlachco.

Al ponerse el Sol hacían grandes fogatas, y gran iluminación del Téotl~Calli al son de sagrados instrumentos musicales. Instrumentos como el huehuetl, teponaxtli, finas flautas de barro, caracoles marinos.

Últimamente los días primero y dos de noviembre, que pertenecen al treceavo mes olmecatl, llamado Tepelhuitl (fiesta de los montes) se recuerdan en este mes las costumbres de algunos meses olmecatlz, tales como séptimo, Tecuilhuitl (fiesta de los Señores); octavo, Hueitecuilhuitl (gran fiesta de los Señores); noveno, Tlaxochimaco (adornaban con flores los templos, casas y dioses); décimo Xocohuetzi (madurez de frutos); onceavo, Ochpaniztli (todos barrían los templos), y el doceavo mes, Teotleco (se preparaban para la llegada de los venerados dioses).

Los Tlaxcatecatlz llamaban al noveno mes Miccailhuitl (fiesta de los muertos), y al décimo, Hueimiccalhuitl (fiesta grande de los muertos). ♦

Portada número 9 de la Revista Nosotros de octubre de 1997

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