Razones históricas para que Valle de Chalco retome milenario nombre de Xico

• Extracto del estudio elaborado por el arqueólogo Jaime Noyola Rocha, cronista de Valle de Chalco, acerca de las razones para el cambio de nombre del municipio 122 del estado de México

Por Jaime Noyola Rocha | Revista Nosotros, Núm. 137 | Noviembre de 2010

Actualmente se discute en Valle de Chalco cuál debiera ser el nombre correcto del municipio, porque se califica de incongruente la denominación que tiene, por lo que un amplio sector de la población está de acuerdo en corregir la designación oficial tal y como pretendieron hacerlo los grupos sociales que pugnaron por la construcción del municipio 122, quienes sabedores del espacio que habitaban postularon desde un primer momento que el nombre fuera el de Valle de Xico, porque con eso se sintetizaba la lucha de las familias por colonizar el fondo lacustre, la raíz histórica del Xico milenario y la construcción social del asentamiento.

Argumentos acerca de la necesidad del cambio de nombre

El 7 de noviembre de 1994[1], la LII Legislatura del estado de México convocó a un segundo período extraordinario de sesiones con el único propósito de discutir, revisar y, en su caso, aprobar, la iniciativa de Emilio Chuayffet Chemor, gobernador del estado de México, tendiente a la creación del Municipio 122.

Lo determinante para la creación del municipio fue que había un conglomerado social de 400 mil vecinos carentes de servicios públicos, y desde la llegada de las primeras oleadas de vecinos estos reivindicaron la necesidad de que aquí se constituyera el Municipio Libre 122, como Cirilo Sánchez[2] y don Ángel Martínez Barrios[3], así como los del Frente Ciudadano Pro Municipio Libre 122[4], agrupación que integraba al Consejo Unificado de Delegados (CUDOC).

En el congreso estatal fue presentada la propuesta para poner al nuevo municipio el nombre de Valle de Chalco Solidaridad[5], lo que dio lugar a la inmediata réplica de algunos diputados que propusieron el nombre de «Valle de Xico»[6].

Daños económicos, sociales y de identidad por la confusión de nombres

Al crearse el nuevo Municipio de Valle de Chalco y poner en su nombre la denominación de Chalco, indujo a propios y extraños a permanente confusión, máxime que existe la vecindad, dado que Valle de Chalco surgió de la segregación de territorios de Chalco, Ixtapaluca, La Paz y Chicoloapan[7].

Cualquier vallechalquense en eventos cívicos masivos ha escuchado a funcionarios municipales, estatales y federales decir Chalco en lugar de Valle de Chalco.

Incluso la prensa nacional, la radio y la televisión, hacen una mezcolanza de los nombres de ambos municipios en las noticias, y han contribuido, sin que ese fuera su propósito, a inducir en los lectores ajenos la idea de que Chalco y Valle de Chalco son el mismo municipio.

El cambio de nombre no perjudica a la propiedad

Muchas personas se han preguntado si el cambio de nombre acarreará algún perjuicio a los vallechalquenses. El cambio de nombre no representa daño alguno a la propiedad, a partir de dicho cambio de documentación dirá Valle de Xico, antes Valle de Chalco.

El cambio de nombre del municipio es una iniciativa sancionada por el Congreso local, porque implica cambios al artículo 6 de la Ley Orgánica Municipal, referente a la denominación de los municipios. Una vez que los diputados tengan a bien aprobarla, sabedores de que la sociedad así lo quiere, cuando el cambio sea un hecho, en el terreno legal los cambios en los documentos de los predios se irán haciendo sólo en los casos en que se realicen trámites oficiales, como cambios en las escrituras, documentos de compraventa, pero esto no ocasionará trastorno alguno.

Razones históricas para el cambio de nombre

El nombre de Xico que designa el espacio central del actual Valle de Chalco, cumplirá mil años en el año 2011. La isla ubicada en medio del lago de Chalco posee un claro lugar en la historia, en códices, documentos, mapas, hechos históricos, todos ellos elementos probatorios del gran abolengo y relevancia que adquiere una locación al pasar los años, los cuales otorgan el inalienable derecho de que sea llamado por su nombre. ¿Cómo cambiar entonces el nombre a un lugar que se ha llamado así durante mil años?

El más antiguo y significativo mito del México antiguo es aquel que habla del retorno de Quetzalcóatl, el cual menciona a Xicco como el lugar en donde Topiltzin pronunció las palabras proféticas que anunciaban su retorno centurias después.

Fernando de Alba Ixtlilxóchitl asienta que el nombre histórico de Xicco tiene una prolongada trayectoria[8]: «En un año Ce Técpatl (1-Pedernal), 1011 con motivo de la llegada de Topiltzin a Xicco, este rey tolteca venía huyendo de sus enemigos y había tenido que dejar la ciudad de Tula». Dice que «Topiltzin se fue huyendo y se metió en Xicco, una cueva que está junto en Tlalmanalco…»

Los hechos narrados por Ixtlilxóchitl, además de incorporar a Xicco en la historia escrita, le otorgan un lugar dentro de la historia del México profundo al mencionar a este espacio como parte del pasado tolteca que heredaron los mexicas y fue escenario de inicio del llamado mito de Quetzalcóatl.

Fotografía tomada con un dron por Santiago Arau desde unos 3000 metros de altura del antiguo volcán de Xico rodeado por la mancha urbana

«De allí, algunos días, salió Topiltzin con algunos de sus criados de Xicco… diciendo a sus vasallos, a los pocos que estaban en Culhuacan, que se había ido allí para librarse de sus enemigos, como él se iba hacia donde el sol sale a unos reinos y señoríos de sus pasados, muy prósperos y ricos, y que de allí a cinco mil doce años volvería de nuevo a esta tierra en el año de Acatl (1-Caña), y castigaría a los descendientes de los reyes sus competidores… Se volvió otra vez a Xicco, y una noche con algunos tultecos se partió para Tlapallan»[9].

Carlos V, rey de España, otorga en 1529 a Hernán Cortés la posesión del Peñol de Xico. ¿Acaso se requiere mayor brillo que éste, que el más poderoso monarca del orbe en el siglo XVI, ponga en manos del conquistador de México –el hombre que cambió el destino de Mesoamérica–, un documento con valor jurídico en cuyo título y contenido se vuelve a mencionar a Xico?

El texto de la cédula real, escrito en el español del siglo XVI, es el siguiente:

«Cédula de Carlos V en que hace merced a Hernán Cortés de los Peñoles de Xico y Tepeapulco. Barcelona, 6 de julio de 1529. (…) Por cuantos Vos, Don Fernando Cortés Marqués del Valle, nuestro Capitán General de la Nueva España, nos fecistes relación que en la laguna a donde está edificada la gran ciudad de Temixtitlan-México, están dos peñoles que se llaman Xico y Tepetpules, que bojará cada uno de ellos hasta media legua, donde hay caza de venados y conejos y otras cosas de recreación, e nos suplicase e pediste por merced Vos ficiésemos merced de los dichos peñoles en que tuviésedes la dicha caza e cosas de recreación o como la Nuestra merced fuese; e nos tuvímoslo por bien, e por la presente, sin perjuicio de tercero, Vos facemos merced de los dichos peñoles para Vos e para Vuestros herederos subcesores, para siempre jamás, para que podáis hacer de ellos y en ellos como cosa Vuestra propia, habida con justo título, sin que en ellos, ni en parte dellos Vos sea puesto embargo ni impedimento alguno; e Vos damos poder e facultad para que Vos, por nuestra autoridad, sin licencia ni mandamiento de justicia ni persona alguna, podáis tomar e toméis la posesión de ellos, y mandamos al nuestro Presidente e oidores de la nuestra Audiencia Real de la dicha Nueva España, e al Consejo, Justicia e Regidores de la Ciudad de Temixtitan-México e a todas e cualesquier nuestras justicias de la dicha Nueva España que Vos guarden y cumplan y hagan guardar e cumplir esta nuestra carta e merced en ella contenida, en todo e por todo según e como en ella se contiene, e no se consientan poner, que nos, como dicho es, Vos facemos merced, gracia e donación pura e perfecta, que es dicha entre vivos e no revocable de los dichos peñoles, siendo como dicho es, sin perjuicio de tercero e los unos ni los otros non fagades ni fagen ende al, por alguna manera, so pena de nuestra merced e de diez mil maravedís para la nuestra cámara. Dada en la Ciudad de Barcelona, a seis días del mes de julio, año del nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo de mil e quinientos e veinte e nueve años. –Yo Francisco de los Cobos, Secretario de Su Majestad, la fiz escribir por su mandato frater Gracia, Episcopus Oxomensis –El Doctor Beltrán –El Licenciado de la Corte (rúbrica)»[10].

La más prestigiosa fuente indígena de la región de los volcanes, llamada Relaciones originales de Chalco-Amaquemecan, escrita por Domingo de Chimapahin, menciona reiteradamente a Xico como el escenario de importantes hechos sucedidos desde el siglo XIII al XVII.

Ya mencionamos a Ixtlilxóchitl y su Sumaria Relación, Chimalpahin representa la otra gran fuente histórica de la región de los volcanes y en general de la cuenca de México. Como ejemplo de las menciones de Xico en las dos obras del cronista indígena están las siguientes:

Chimalpahin[11] menciona que en el año 6-Tochtli (6-Conejo), 1238, los antiguos chichimecas partieron de Cuitlatetelco y fueron a meterse a Xicco. En Xicco nació Toteoci Teuctli que cobró mucha fama cuando gobernó al conjunto de los chalcas y fue muy temido por sus enemigos.

La fuente histórica indígena en otro pasaje dice: Año 13-Rochtli (13-Conejo), 1258, llegaron a Xicco los chichimecas junto con los chalcas, que ya tenían 18 años de estar habitando en la región de la laguna con fama de grandes agoreros y hechiceros, por cuya causa los chichimecas los apellidaban de atempanecas, «los que viven al borde del agua», pues usaban meterse dentro del agua y nadar allí con gran vigor[12].

La Matrícula de Tributos, también conocida como Códice Mendoza o Mendocino[13], importante documento pictórico elaborado por los mexicas en el siglo XV, tal vez sea el más genuino garante de prestigio para cualquier pueblo allí señalado, en primera por su antigüedad, en segunda porque contiene el glifo antiguo de cada pueblo y, finalmente, por la información inestimable contenida sobre cada locación allí señalada. Xicco como pueblo tributario de los mexicas aparece en dicho códice en la Lámina 21 con su glifo distintivo.

El espacio que ahora ocupa el Municipio de Valle de Chalco en época prehispánica era representado por mediación del glifo de Xicco. Esta antigua ciudad rodeada por todos sus costados de agua, fue tributaria de Tenochtitlan, a quien pagaba tributo, al menos dos veces por año, desde que fueron conquistados por los mexicas[14].

El glifo de Xicco está compuesto de tres círculos concéntricos, el círculo interior representa con exactitud anatómica una placenta con su cordón umbilical unido y con el extremo cortado; el segundo círculo representa propiamente el ombligo del recién nacido, y el círculo exterior está adornado con cinco símbolos de cerros o montañas alrededor del jeroglífico. El contexto que inspiró el diseño del glifo de Xicco por los antiguos tlacuilos, era un islote de origen volcánico con el cráter perfectamente circular, rodeado por las aguas del lago de Chalco, mismas que estaban depositadas en la parte más baja de una cuenca formada por varias elevaciones que la circundaban por todos sus costados.

Si atendemos a los colores originales éstos también tenían su simbolismo para los mexicanos antiguos, el azul-verde en el círculo externo es el color del chalchihuitl, es decir, la joya, lo precioso, símbolo del agua. Si el círculo medio iba pintado de rojo y representa al ombligo, el azul-verde representa el agua que había entre el ombligo, es decir, la isla de Xicco y los cerros circundantes, hace referencia al cuerpo del lago de Chalco. El color de la placenta y el cordón es amarillo-ocre, sugiere el nacimiento de un ser, el origen de la vida. Aunque literalmente la voz náhuatl de Xicco significa xictli, ombligo, y co, locativo de lugar, es decir, el lugar del ombligo. Para los creadores del glifo, el ombligo, aparte de significar el centro, también significaba en este caso el momento del nacimiento de un nuevo ser, por ello pueden verse en el jeroglífico de Xicco la placenta y el cordón umbilical y, probablemente, la bolsa amniótica está representada por el círculo externo pintado con el color simbólico del agua, la sustancia de vida por excelencia, es decir, el líquido amniótico prenatal.

Es un glifo de simbolismo dual[15], por un lado es claramente topográfico, ya que denota las características físicas de la locación geográfica; además, obedece también a una simbología más compleja que alude al nacimiento de un nuevo ser, pues están presentes los elementos de lo que Gutierre Tibón[16] llama la tríade prenatal, es decir, la placenta o cama del niño, el funículo o cordón umbilical que une al niño con la madre y el amnios o bolsa amniótica[17].

El glifo de Xicco, debe ser apreciado por los actuales habitantes de Valle de Chalco como el cordón umbilical que los une históricamente con un pasado prestigioso y con las raíces de su nueva identidad.

Xico volvió a ser una importante locación en donde fue verificada una obra de ingeniería que habría de transformar para siempre la fisonomía y morfología del antiguo lago de Chalco, con motivo de su desecación comandada desde la misma hacienda de Xico, bajo el impulso del empresario asturiano Íñigo Noriega.

La desecación lacustre convirtió al cuerpo de agua, en primera instancia, en un productivo campo agrícola y de agostadero y, posteriormente, en la populosa ciudad de Valle de Chalco. Cuando Noriega adquiere el Rancho de Xico de los herederos de Hernán Cortés, para conseguir posteriormente, en 1895, la concesión para desecar el lago de parte del gobierno de Porfirio Díaz[18], en Xico habría de establecer el empresario su centro de negocios legalmente llamado «Negociación Agrícola de Xico y Anexas», un emporio que operó con el respaldo financiero de capitales extranjeros y nacionales, que se dieron a la tarea de explotar las feraces tierras liberadas del agua. Como sólida evidencia de este momento histórico, el empresario construyó el llamado palacio de Xico, conocido en la época como la hacienda de Xico.

El Códice Xólotl[19], un documento pictográfico de la época del rey Nezahualcoyotl, ofrece la primera imagen de la región lacustre de la cuenca de México, en la porción correspondiente al lago de Chalco que muestra a Xicco como una locación en medio del lago.

Códice Xolotl. Charles E. Dibble (edición)

El Códice Xólotl, uno de los más valiosos documentos cartográficos del mundo prehispánico, muestra en sus hermosas láminas la primera imagen encontrada de los lagos y montañas de la cuenca de México, así como los más importantes asentamientos humanos del siglo XV en el entorno de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl. El propósito del códice es mostrar el escenario de las andanzas de Nezahualcoyotl por la región de Anáhuac.

El célebre Mapa de Upsala[20], conservado en una población del mismo nombre en Suecia, ofrece una visión de la región lacustre en la época colonial temprana, 1555. Allí puede verse la isla de Xicco en medio del lago de Chalco.

Mapa de Upsala, detalle, 1550

Este mapa de gran valor etnográfico muestra la gran relación entre Xicco y Mixquic, ya que la zona entre un punto y otro parece haber estado cubierta por asentamientos humanos conviviendo con el lago en donde ambas locaciones vivían de los productivos cultivos hortícolas proporcionados por las chinampas. Al norte de la isla de Xico observamos la traza de un canal que iba desde la orilla al norte del actual Chalco, cruzando por la isla de Tláhuac hasta cruzarse más adelante con el Canal de Chalco en dirección a Mexicaltzingo.

Xico está señalado de manera inequívoca en la mayoría de los planos conocidos al menos desde principios del siglo XVIII, a lo largo del período Colonial, durante el México Independiente y durante el siglo XX.

Una revisión de la cartografía existente arroja una serie de evidencias que representan una confirmación de la permanencia del nombre de Xico a través de los siglos. Existe una vasta documentación de la Cuenca de México y planos de diversas épocas de la Colonia y del México Independiente, en los cuales aparece la región del lago de Chalco donde con reiteración y consistencia se menciona a «Xico»[21].

Un plano firmado por el doctor Diego Cisneros[22], que data del año de 1618, muestra el islote en medio del Lago de Chalco señalado como «peñol de Xico». Y en un plano fechado en 1700 sólo está señalado como «peñol»[23]. En un plano de 1607[24] el islote se señala como «Chico» y apenas unos años más tarde, hacia la tercera década del siglo XVII, en un plano este lugar es descrito como «Jico»[25], en ambos casos se trata de una castellanización de la voz náhuatl tal y como los españoles la escuchaban. En cuatro planos fechados entre 1895 y 1900[26], además de un punto en la vía férrea señalado como «Xico», en la parte norte del cerro hay otro lugar llamado San Juan Xico.

Hay evidencias suficientes de que durante los siglos XVIII y XIX hubo un pueblo llamado Xico al lado del «Rancho de Xico», al que se le conoció como San Martín Xico, el cual hacia 1901 habría sido trasladado con violencia a la Hacienda de San Juan de Dios, situada en las inmediaciones del pueblo de Ayotzingo, cuando el hacendado Íñigo Noriega[27] transformó el Rancho de Xico en la Hacienda de Xico, apropiándose de las tierras de los pueblos ribereños, luego de desecar el Lago de Chalco. Después de la Revolución, al dar inicio la Reforma Agraria fue creado el «Ejido de Xico», así como la dotación de tierras a los vecinos de «Estación Xico»[28], locación ubicada al paso del ferrocarril México-Río Frío, que más tarde ha sido reconocida como San Miguel Xico.

En síntesis, el área central del municipio de Valle de Chalco Solidaridad siempre ha sido conocida como «Xicco» o «Xico» y resulta equívoco haber cambiado su nombre, oponiéndose al más elemental derecho histórico, al prestigio milenario de una toponimia asociada a una región, y a los efectos prácticos de llamar a los lugares por su nombre. ♦


[1] Diario de Debates de la LII Legislatura del Estado de México. Segundo Período Extraordinario de Sesiones. Año 1, t. IV, No. 77, Toluca, 7-8 de noviembre de 1994. Decreto Número 50 en el cual se determina la Erección Municipal de Valle de Chalco Solidaridad, emitido por la LII Legislatura del Estado Libre y Soberano de México. Gaceta de Gobierno (9-XI-1994).

[2] Entrevista a Arsenia Salvador Trinidad, Valle de Chalco, 1999. «Vida y muerte de Cirilo Sánchez Reyes, primera de tres partes»; «Vida y muerte de Cirilo Sánchez Reyes, segunda de tres partes», y «Vida y muerte de Cirilo Sánchez Reyes, tercera de tres partes», en los números 65 de diciembre de 2003, 66 de enero de 2004 y 67 de febrero de 2004, respectivamente.

[3] Entrevista con don Ángel Martínez Barrios, Valle de Chalco, 4 de septiembre de 1995.

[4] Entrevista con Ricardo Zapata Moreno, 1 de noviembre de 1995.

[5] Ibid, p. 460.

[6] El diputado Guillermo González señaló: «La existencia de elementos históricos suficientes de arraigo en la región, a la territorialidad de los que ahora se encuentran asentados en estas tierras». Señalaba estos elementos: «El jeroglífico antiguo de Xico y la mención que hace Ixtlilxóchitl de Xico como refugio de Topiltzin y la estrecha relación de Xico con la historia de los pueblos chalcas». Ibid, p. 462.

[7] Gaceta del Gobierno Constitucional del Estado de México. Miércoles 9 de noviembre de 1994. «Se segregan de los municipios de Chalco, Ixtapaluca, La Paz y Chicoloapan el siguiente número de kilómetros cuadrados respectivamente: 39.74, 4.34, .27 y .25, así como los centros de población asentados en éstos».

[8] De Alva Ixtlilxóchitl, Fernando. «Sumaria Relación de las Cosas de la Nueva España». En Obras Históricas de Fernando de Alva Ixtlixóchitl. Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, México, 1975, p. 282.

[9] Op. Cit., p. 282.

[10] Martínez, José Luis. Documentos Cortesianos. T. III. 1528-1532. Primera edición. UNAM-FCE, México, 1990, pp. 57-58.

[11] Chimalpahin Quauhtlehuanitzin, Domingo de San Antón Muñón. Memorial breve acerca de la fundación de la ciudad de Culhuacan. Paleografía y traducción: Rafael Tena. Conaculta. Primera edición. Colección Cien de México. México, 1998, pp. 118, 119, 121.

[12] Chimalpahin, Domingo. Relaciones originales de Chalco Amaquemecan. Fondo de Cultura Económica. México, 1965, p. 154.

[13] Códice Mendocino o Colección de Mendoza, editado por José Ignacio Echegaray. San Ángel Ediciones, S.A. México, 1979.

[14] Xicco fue uno de los 27 pueblos de la región que pagaban en conjunto el tributo siguiente: 2 mil cargas de mantas grandes, de mantas torcidas; 1200 cargas de canahuac ricas, que son mantillas que los señores y caciques vestían; 400 cargas de huipiles y nahuas dos veces al año; 3 piezas de armas guarnecidas con plumas ricas y otras tantas rodelas (escudos) de colores cada año; 100 piezas de armas guarnecidas con plumas comunes y otras tantas rodelas de colores con los símbolos mexicas dibujados cada año; 4 trojes grandes de madera llenas, una de frijoles, otro de chía, maíz y huautli (amaranto). En cada troje cabían 4 y 5 mil fanegas, lo cual tributaban una vez al año.

[15] Los pueblos prehispánicos siempre consideraban al uno y su opuesto, es decir, todo lo existente tenía una dualidad, por eso el juego de las oposiciones: vida-muerte; noche-día, el hombre y su cordón umbilical como dobles, el xolotl o gemelo, la simbología prehispánica está llena de ejemplos de esta clase.

[16] Tibón, Gutierre. La triada prenatal (cordón, placenta, amnios). Supervivencia de la magia paleolítica. Fondo de Cultura Económica. Primera edición, México 1981. Primera reimpresión, México, 1985.

[17] Tibón demuestra en sus estudios etnográficos la importancia simbólica en muchos pueblos del centro y sur de México. Los rituales que rodean al corte del cordón sobre una mazorca de maíz, el hecho de que se le considera al funículo el doble del recién nacido, el resguardo del cordón en una especie de escapulario que porta su dueño durante años, la consideración de que el resguardo del cordón corresponde al cuidado de un hombre por sí mismo y a la veneración del lugar de nacimiento como el sitio donde está enterrado el ombligo de nuestros padres y abuelos.

[18] Tortolero Villaseñor, Alejandro. «Haciendas, pueblos y gobierno porfirista. Los conflictos por el agua en la región de Chalco». En Entre lagos y volcanes. El Colegio Mexiquense, A.C., y Ayuntamiento de Chalco, México, 1983, pp. 337-384.

[19] Códice Xólotl. Memoria del Sistema de Drenaje Profundo del Distrito Federal. T. IV. México, 1976.

[20] Mapa de Upsala atribuido a Alonso de Santa Cruz, quien lo habría pintado en 1555.

[21] Revisamos 18 planos trazados entre los siglos del XVII al XX, en todos ellos se le llama Xico al islote en medio del Lago de Chalco.

[22] Descripción de México, de su comarca y laguna por el doctor Diego de Cisneros. Complutense, año de 1618 (plano).

[23] Hydrographicamelo Mexicano Rappresentato Nelle sue Lacune. 700 dibujos de Adrian Boot reproducidos por Gemelli Carrera.

[24] Plano. Descripción de la Comarca de México. I Obra del Desagüe de la Laguna, por Enrico Martínez, 1607.

[25] Ciudad de México anegada. Grabado fechado entre 1629 y 1633, localizado en el Museo de la Ciudad de México.

[26] Carta hidrográfica de la parte sur del Valle de México. Tito Rosas. 1868; Map of the Environs of the City of México. Gral. Carlos Pacheco, 1985; Carta hidrográfica del Valle de México, 1888.

[27] Tortolero. Op. Cit., pp. 337-384.

[28] Resolución del Tribunal Agrario que dota al pueblo de San Martín Xico de 250 hectáreas. 26 de marzo de 1925.

Portada del número 137 de la Revista Nosotros correspondiente a noviembre de 2010

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