La infantilización de los universitarios. ‘Semana loca’

• No tienen idea de las reformas al sistema de pensiones, ni de la jornada de 40 horas laboral que se está peleando; ni cuántos diputados y senadores conforman el Congreso de la Unión

Por Dr. Adán Echeverría-García

Esta semana, en muchas escuelas de todos los niveles escolares en la frontera norte de México, se adhirieron a esta celebración copiada a los colegios del país vecino. Le llaman Semana Loca. En ella los estudiantes asistirán a sus colegios con la ropa que, autoridades de la escuela hayan decidido, día a día una vestimenta loca diferente. Puede ser que un día asistan en pijamas, otro día llegarán disfrazados de super héroes, otro de cualquier cosa que hayan escogido. El ideal es: que los estudiantes tengan un rato agradable.

Lo cierto es que los universitarios tienen edades entre los 18 y 23 años, el 80% de ellos trabaja y asiste al colegio. Muchos estudiantes salen a las 15 horas y corren a las empresas para trabajar hasta las 10 de la noche; otros van a casa, descansan unas horas y entran en el turno nocturno. La gran mayoría de los estudiantes tiene una ortografía trágica. No poseen o poseen muy pocos ideales políticos.

Las votaciones pasadas mis alumnos no tenían idea de quiénes eran los tres candidatos a la presidencia del país. No saben que hay una guerra en Israel-Palestina y otra entre Rusia y Ucrania. No tienen la menor idea de lo que ocurrió el 2 de octubre de 1968, o el 10 de junio de 1971; no saben qué fue la Guerra Sucia, aunque en estos tres casos se trata del asesinato y desaparición de estudiantes universitarios como ellos; algunos alumnos a los que les imparto clases apenas han escuchado del EZLN. No tienen idea de las reformas al sistema de pensiones, ni de la jornada de 40 horas laboral que se está peleando; no tienen idea de cuántos diputados y senadores conforman el Congreso de la Unión, y no saben absolutamente nada acerca del PRD que recién perdió su registro. Y supongo que, las autoridades universitarias, en vez de brindarles espacios para formar cuadros filosóficos, políticos, bolsas de trabajo, de brindarles lecturas, charlas, creación de foros de debate, lo principal en lo que sus reuniones terminan, es en preparar… una Semana Loca. Porque tienen claro que eso es lo que necesitan los jóvenes universitarios.

Qué importa que los estudiantes vean el amanecer en la fábrica o en la maquiladora y a las 6 AM tengan que correr a la escuela, para que lleguen y les digan: «Esta semana jugaremos a la semana loca. Nos divertiremos mucho».

Porque supongo que los jóvenes universitarios no deben ser educados en ciencia, arte y deporte, así como en el conocimiento y la lucha por tener y obtener derechos que les brinden un pensamiento universal cargado de tolerancia y empatía por los demás que no han podido llegar a la universidad.

Pero por supuesto que estoy en contra de estas celebraciones en el nivel universitario. Entiendo que lo celebren hasta en la prepa. Pero no puedo dejar de pensar en la necesidad de que en los salones de la universidad, formemos adultos responsables, que sepan del mundo que les rodea, que conozcan sobre todo aquello que es volverse un ciudadano mexicano y del mundo; una persona capaz de construir ideas para una sociedad mejor y más equitativa.

Y que las semanas locas se transformen y reduzcan a un solo día de celebración para cuando concluyen su semana de exámenes, y darles un respiro; pero no toda una semana de volverse nuevamente niños y niñas irresponsables. Es enorme la cantidad de alumnos y alumnas que por estas fechas siempre me dicen: «Oiga, profe, ¿para esto vine a clases; para estas payasadas?»

«Cuando era niño, hacía cosas de niño; conforme me hice adulto comencé a involucrarme en cosas de adulto y dejé atrás las cosas de niño», dicen por ahí esos libros que algunos llaman Escrituras Sagradas. Dudo que muchos lo recuerden. Es un hecho que, por seguir con el pensamiento infantilizado, lo que menos harán será leer. ♦

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