«Los millones de Chaflán», película que en parte fue filmada en Tecómitl

• De la Época de Oro del cine mexicano, se aprovechó la construcción y posterior inauguración de la Escuela Secundaria 9 del poblado para filmar algunas escenas del mítico poblado de Vallecillo

Por Manuel Garcés Jiménez | Revista Nosotros, Núm. 114 | Mayo de 2008

A finales de la década de los años 40, uno de los principales periódicos del país como fue El Nacional, informó a sus lectores el cuatro de marzo de 1938 en una de sus principales columnas de primera plana lo siguiente: «Grandes obras de inauguración», en referencia a la inauguración de la Escuela Secundaria Número 9 en el poblado de San Antonio Tecómitl, delegación Milpa Alta.

La noticia fue trascendental para los vecinos de Tecómitl y en general de todos los habitantes del sureste del Distrito Federal y municipios del estado de México, debido a que se recibía con gran satisfacción el que los jóvenes egresados de las escuelas primarias pudieran continuar ahí sus estudios. En los pueblos de delegaciones como Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco, así como de municipios mexiquenses como Amecameca, Tenango del Aire, Tlalmanalco, Cocotitlán y Chalco, se vislumbró un mejor futuro para la juventud estudiosa.

Para los habitantes de San Antonio Tecómitl la escuela fue motivo de unión por el trabajo comunal realizado, la cooperación para la adquisición del terreno y la mano de obra conjunta con los campesinos, en la construcción de la escuela con materiales del mismo lugar. Dos años después de su inauguración, el 15 de abril de 1940[1], se determinó de manera oficial que se llamara Escuela Secundaria Diurna Número 9 «Teutli»[2].

De esa memorable fecha de la inauguración se cumplieron 70 años (lo cual fue en 2008, año en fue publicado el presente artículo en la edición impresa de Nosotros) de un inmueble escolar de donde han egresado miles de jóvenes que aprovecharon sus estudios para convertirse, además de padres de familia, en profesionistas o desempeñar otros oficios.

En todos los casos, todos ellos recuerdan a sus maestros fundadores, a secretarias y personal de limpieza. De seguro en su mente quedaron grabados los pasillos con las áreas verdes, las aulas levantadas con piedras del mismo sitio, cubiertas con tejas; la dirección, el salón de actos donde se impartieron por muchos años las clases de música.

Ahora son los hijos de los hijos quienes siguen disfrutando de las instalaciones de la escuela que, por estar construida con materiales cien por ciento naturales, como es la piedra volcánica, el tiempo no la ha dañado.

Por las particularidades de su construcción, a la orilla del pueblo en aquel entonces, cuando se había planeado originalmente para que estuviera en las faldas del volcán Teutli una escuela agropecuaria, al no reunir la herramienta y maquinaria necesaria a los dos años de su inauguración acabó por convertirse en una escuela secundaria.

Debido a esas características, el cineasta Rolando Aguilar le clavó la mirada a la escuela para que la lente de la cámara cinematográfica de Gabriel Figueroa, diera inicio con el rodaje de la película «Los millones de Chaflán». Esto fue el 17 de marzo del mismo año de la primera inauguración (1938), para culminar el rodaje en el mes de mayo, con algunos escenas que fueron filnadas en el jardín principal del pueblo, la Plaza de la Corregidora, así como en la Calzada de las Palmas y el frente principal del plantel.

El pueblo de Tecómitl participó en la filmación de la película

En la trama de la película participaron los actores Joaquín Pardavé, Carlos Valdés («Chaflán»), Emma Roldán, Carlos López Moctezuma, Gloria Marín y Pedro Armendáriz, entre otros. Película cuyos 64 minutos de duración tuvo clasificación «A», esto es, para toda la familia.

Se trata de un divertido enredo de rancheros del pueblo llamado «Vallecillo», los cuales se convierten en una familia acaudalada con la venta de sus tierras donde se encontraban enormes yacimientos petrolóferos, lo que les permite viajar al Distrito Federal para disfrutar de todas las comodidades de la época, además de invertir su fortuna en jugosos negocios, pero sin olvidar la tierra que los vio nacer. Es por esto que aportan una buena cantidad de dinero para la construcción de una escuela donde pudieran estudiar los hijos de los campesinos.

La escuela de Tecómitl que recién inaugurada sirvió de escenario para la filmación de la película

El actor Carlos López «Chaflán» es «el buen actor que resultó muy convincente en su encarnación del ranchero sencillo convertido en millonario que experimenta en carne propia el contraste entre la bondad de la vida simple y la falsedad del mundo moderno. Sin forzar los rasgos humorísticos que les caracterizaba a los actores de aquellos años, como se le conoce a la denominada Época de Oro del cine nacional».

A los 70 años de su filmación, observamos con detenimiento en las diversas imágenes una recreación visual de los paisajes de aquellos años del México post revolucionario, cuando el presidente Lázaro Cárdenas declaró la nacionalización del petróleo. En Tecómitl los habitantes del pueblo se dedicaban a las actividades del campo, con vestimentas de manta y sombrero de paja; pobladores que fueron motivados por el profesor Quintil Villanueva Ramos, oriundo de San Antonio Tecómitl.

De lo anterior aún existen testimonios, como son las fotografías en blanco y negro tomadas por quien entonces fungió como subdelegado del pueblo, el señor Andrés Jurado Meza.

Los habitantes de esa época vieron con asombro y curiosidad los movimientos que hacía el equipo cinematográfico frente a la desaparecida Escuela Primaria «República de Venezuela», la cual se localizó al poniente de la Plaza de la Corregidora, aproximadamente donde ahora se ubica el camellón del reloj público y hacia la Coordinación Territorial, en la que fue habilitada una peluquería para la filmación y que fue denominada «El Rizo de Oro», donde el gran actor Joaquín Pardavé, recibía a los representantes de los magnates petroleros convenciendo, juntamente con los «catrines» y el peluquero, a su compadre «Chaflán», dueño del terreno en Vallecillos donde se encontraban enormes yacimientos de petróleo.

Entre los actores que participaron en la filmación figuraron Joaquín Pardavé (Rómulo Valdés), Carlos López «Chaflán» (Prisciliano Ordoñez), Pedro Armendáriz (Antonio), Gloria Marín (manicurista), Carlos López Moctezuma (Alberto de los Ríos), Gonzalo Curiel y Orquesta, así como los extras Miguel Montemayor, Tito Junco y Víctor Velázquez.

Mensaje de Joaquín Pardavé al pueblo de Tecómitl, una vez que terminó la filmación de la película

Sinopsis del argumento cinematográfico

El ranchero «Chaflán» recibe una súbita fortuna cuando una compañía petrolera le paga dos millones de pesos por su terreno (en Vallecillo para la filmación y que es el pueblo de Tecómitl). Con su familia y su compadre, le peluquero taurófilo Rómulo, «Chaflán» va a la capital, donde es asediado por vendedores, y se mal acostumbra a la vida de lujos.

Un vivo, Alberto, lo mete en un negocio, la «ubre mecánica», que es un timo a la buena fe del inventor Carrasco. Al ofrecer un baile de fantasía, «Chaflán» tiene una confusión y es retado a duelo por un attaché árabe, pero los padrinos se baten por ellos. Llega el ranchero Antonio, novio de Rosita, hija de «Chaflán», y se pelea en un cabaret con Alberto, que pretendía huir con el dinero invertido en lo de la «ubre». «Chaflán» prueba su inocencia en el juzgado, pero devuelve su dinero a las víctimas del timo. Lo salvan de la quiebra la peluquería fundada por Rómulo y su mayordomo Bautista, con quien invirtió dinero en un negocio. Al devolverle la compañía petrolera su rancho, «Chaflán» regresa a su pueblo, asiste a la inauguración de una escuela (que es la Secundaria 9 Teutli), construida con un donativo suyo, y se dedica de nuevo a la vida campesina.

Esta película se puede conseguir en formato CD o VHS, para recordar los 70 años de vida de la Escuela Secundaria Número 9 Teutli. ♦

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* Presidente del Consejo de la Crónica de Milpa Alta.

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Bibliografía:

Estrada, Josefina. Joaquín Pardavé. Volumen II. Editorial Clío. México, 1966.


[1] Dato tomado de la carta que el profesor Quintil Villanueva le envió al doctor Wenceslao Bonilla, del pueblo de Tulyehualco.

[2] Cabe señalar que por aquellos años ya estaba trabajando la Secundaria Número 8, inaugurada en 1930, localizada en la Calle de Mazarik en San Pedro de los Pinos.

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