Los ‘testículos’ mexicanos presentes en el Supertazón de los Estados Unidos

• Pero no se sorprenda por el título del artículo, es el nombre original de este fruto de origen cien por ciento mexicano, como explica el profesor Manuel Garcés

Por Manuel Garcés Jiménez

Los productos originarios de México son parte de la vida culinaria de Estados Unidos y sobre todo en los grandes festejos como el «Supertazón», el cual se celebra cada febrero, y el 4 de julio, día de la independencia.

Sólo en el Suepertazón las familias norteamericanas consumieron este 2024, 138 mil toneladas de aguacate provenientes principalmente del estado de Michoacán (cuyo aporte este año fue de 130 mil por 8 mil de Jalisco) [Fuente: Statista: Exportaciones de aguacate mexicano], debido a que es un fruto indispensable para la elaboración del suculento platillo del guacamole, aderezado con jitomate, cebolla y chiles picados, acompañado con cerveza y tequila, provenientes de nuestro país.

El Diccionario de mejicanismos, del nahuahablante Francisco Javier Santamaría, nos aclara que el nombre de aguacate proviene del aztequismo ahuacatl, que significa «testículo». Y añade: «Árbol de la familia de las lauráceas de hojas siempre verdes, coriáceas, ovaladas, alternas; propio de las regiones tropicales y de la cual hay diversas variedades»[1].

El fruto (testículos del árbol) es originario de estas tierras prehispánicas, citado en la Revista Arqueología Mexicana, la cual nos proporciona interesantes datos acerca de este pequeño ovoide: «Fue una de las primeras plantas cultivadas en Mesoamérica. La fecha más antigua, para ejemplares encontrados en las cuevas de Tehuacán, Puebla, corresponden a 7,200 años a.C.»[2]. Los mayas lo conocieron y lo consumieron con el nombre de «oon».

Por su trascendencia histórica fue plasmado en murales del maestro Diego Rivera, como el que se localiza en las escaleras de Palacio Nacional, donde se observa a un indígena con su morral colgado al hombro en la cosecha de aguacates.

De acuerdo con información del Departamento de  Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), en enero de 2023 México exportó 119 mil 378 toneladas de aguacate a EU por un valor de 215.3 millones de dólares. En febrero (mes del Supertazón) de ese año, fueron 95 mil toneladas, equivalente a 176.1 millones de dólares.

En el mes de junio de ese año se exportaron a los Estados Unidos un total de 69 mil 655 toneladas de aguacate con un valor de 197.9 millones de dólares, mientras que en julio (mes de la celebración de la independencia de ese país) se enviaron 55 mil 480 toneladas, equivalente a 204.7 millones de dólares.

En otros países del mundo su consumo es limitante, tal es el caso del Japón, entre otros países que, por su costo económico, es difícil adquirirlo.

Como vemos, los norteamericanos son fervientes consumidores de los testículos mexicanos, así como de otros productos de origen Mesoamericano como el mango, el guajolote, la nochebuena, el aromático cempoalxochitl, además del chocolate, el chicle y el tabaco, entre otros tantos productos de fama mundial.

Lamentablemente los gringos son muy dados a apropiarse de cosas como sucede con el «pavo», ave que para nosotros los mexicanos es el guajolote y que para el mundo mexica fue el huaxolotl.

Otro caso es el de la singular flor de nochebuena, regalo de México para el mundo y que simboliza la paz y el amor en temporada navideña. Pues dicha flor los gringos también la han hecho suya. Lo que para los antiguos mexicanos fue la cuetlaxochitl, de cuetla, marchitar y xochitl, flor, que significa flor que se marchita pronto, utilizada ante el advenimiento de Huitzilopochtli.

Sin embargo, el primer embajador norteamericano en México, Joel Poinsett (1779-1851), la llevó en esquejes a su rancho en Charlestón, Carolina del Sur, en 1828, de donde se propagó y fue distribuida tanto en su país como a otras partes del mundo con la etiqueta de made in USA, de ahí que su nombre botánico sea el de Poinsettia pulchérrima.

Otra flor que nuestros vecinos del norte se apropiaron fue la del cempasúchil (cempoalxochitl), además de distorsionar sus colores originales y convertirla en esquejes para su distribución mundial.

¿Qué harían los gringos el último jueves de noviembre, en el Día de acción de gracias sin el guajolote? ¿Cómo celebrarían el Supertazón y la independencia de su país sin los aguacates? ¿Cómo representarían la Nochebuena sin la cuetlaxochitl? ¿Cómo representarían los Días de muertos  sin el cempasúchil?, o el halloween sin la calabaza. ♦

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* Presidente del Consejo de la Crónica de la Alcaldía  Milpa Alta.

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Bibliografía:

Ramón Cruces Carvajal. Lo que México aportó al mundo. Editorial Panorama. México, 1990.


[1] Diccionario de mexicanismos, Francisco Javier Santamaría, 6ª edición, Edit. Porrúa.

[2] Revista Arqueología Mexicana. Edición Especial, pág. 72.

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