Trincheras, la puerta a culturas prehispánicas en el desierto de Sonora
Valle de Altar es un rincón de desierto en los tres mil 185 kilómetros que mide la frontera entre México y Estados Unidos, pero en lo que corresponde a la zona limítrofe entre Sonora y Arizona, se tienen registrados más de 90 sitios arqueológicos de diversas temporalidades, con antigüedades que llegan a los dos mil 400 años antes de Cristo, en el periodo Agricultura Temprana hasta asentamientos indígenas de principios del siglo XX, lo que le ubican como una de las áreas más ricas en evidencias prehispánicas de la región fronteriza.

En dicha zona se desarrolló una cultura dentro de los valles de Magdalena, Altar y Concepción, es la Tradición Trincheras, que se caracteriza principalmente por la edificación de sus asentamientos sobre terrazas construidas en las laderas de los cerros, y que es similar a la cultura hohokam de Arizona.
El área geográfica de la Tradición Trincheras es una de las regiones más ricas en patrimonio natural, cultural y arqueológico, representa un eje fundamental para la comprensión del pasado prehispánico y la conformación de las raíces culturales del pueblo sonorense.

Por lo que corresponde al Cerro de Trincheras, es el sitio más impactante en Sonora, desde el punto de vista de su monumentalidad. Fue un área cultural de Oasisamérica, la cual abarcaba parte del suroeste de Estados Unidos y del norte de México, era habitada, al igual que Mesoamérica, por grupos sedentarios agrícolas que llegaron a poseer manifestaciones culturales complejas.
Se caracteriza por ser un cerro modificado con más de 900 terrazas, con dimensiones que van de los 10 a los 15 metros, pero que pueden alcanzar los 150 metros de largo. Los muros de las terrazas y de las diferentes construcciones carecen de argamasa o cementante, es decir, las rocas se colocan una sobre otra haciendo uso exclusivo de la gravedad, y llegan a tener hasta tres metros de alto. ♦
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Trincheras, la puerta a las culturas prehispánicas del desierto sonorense

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