Las festividades en torno al maíz deben difundirse para salvar la tradición

• Hay que exaltar las bondades del maíz, cómo crece, su valor nutritivo, la importancia que tuvo en la época prehispánica y cómo lo simbolizan en la actualidad, entre otros puntos, aseguró la investigadora Yólotl González

Desde la época prehispánica el hombre ha tenido algún motivo para celebrar y, por supuesto, las fiestas tradicionales evolucionan, pero si no se difunden y se transmiten de una generación a otra, corren el riesgo de perderse, como pudiera ocurrir con la veneración al maíz, señaló Yólotl González Torres, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Tras anunciar que para reforzar el culto al maíz publicaría un libro en el que convergería su trabajo y el de otros autores, la coordinadora del ciclo de conferencias El hombre y lo sagrado –julio de 2006–, dijo que sobre el tema se ha escrito mucho, pero está disperso, por lo que expresó su deseo de relatar en un libro las bondades del maíz: «Cómo crece, su valor nutritivo, la importancia que tuvo en la época prehispánica y cómo lo simbolizan en la actualidad, entre otros puntos».

• «Sobre el tema se ha escrito mucho, pero está disperso, lo cierto es que las tradiciones que giran en torno a este cultivo corren riesgo de perderse si no se difunden», aseguró la antropóloga social Yólotl González Torres, de la Dirección de Etnología y Antropología Social del INAH
Exposición Culinaria del Elote y la Tortilla en Tláhuac

«Para nuestros antepasados –explicó–, el origen y significado de la celebración de las fiestas apunta a un eje cultural central: el cultivo del maíz que, a diferencia de los otros cereales del mundo, tiene que actuar en simbiosis con el hombre a partir del primitivo teozintli y ablandado a través de la cal que se le agrega al nixtamal.

»Estos hechos, donde la mano del hombre transformó a la naturaleza a través de miles de años de vínculos con el medio ambiente, quedaron consignados en los mitos cosmogónicos, del origen del universo y de la vida de todos los grupos mesoamericanos, quienes de una u otra manera otorgaron al maíz un carácter sagrado, al grado de considerarlo ‘la materia con la que se hizo la carne de los hombres’».

El cultivo del maíz fue el fundamento de la cultura mesoamericana, y lo sigue siendo

La doctora en antropología social explicó que las fiestas existen desde que el hombre asocia lo natural a lo sobrenatural; al ciclo cósmico que tiene que ver, por ejemplo, con la entrada de las estaciones del año o cuando los animales se reproducen. Esto obviamente les dio gusto y quizá ayudaban con una celebración para que siguiera ocurriendo.

Fiesta indígena

«Las fiestas mexicanas reflejan y representan el mestizaje, pues los indígenas y los españoles no sólo mezclaron sus genes, comidas y palabras, sino creencias y desde luego, las fiestas», dijo.

«Las fiestas están relacionadas con los solsticios, equinoccios y las fases de la Luna. Todo eso aumentó con la aparición de los pueblos agrícolas que, desde luego, seguían este tipo de movimientos de la naturaleza. Celebraban el inicio de las lluvias y el momento para sembrar, pero luego el festejo era cuando concluía la cosecha. ¡Todo era fiesta!

En América aún existen muchos pueblos indígenas que festejan la cosecha del maíz

»Por tanto, si el cultivo del maíz fue el fundamento de la cultura mesoamericana, y lo sigue siendo, es previsible que tanto en el pasado como en el presente, los aspectos mitológicos estén interrelacionados con los rituales, y ambos con el calendario de fiestas para el cual existen básicamente dos ciclos:

»El primero que corresponde a otoño-invierno (época de secas), en el que predomina el final de la cosecha, la propiciación agrícola y el culto solar, y el segundo de primavera-verano (época de lluvias), cuando tiene lugar precisamente la petición y procuración del agua y la reproducción vegetal», relató.

Una de las exquisiteces que son ofrecidas al público en la Exposición Culinaria del Elote y la Tortilla en San Juan Ixtayopan

Muchos pueblos, como los huicholes, incorporan a la fiesta una suerte de danza que complementa el ritual. En la fiesta de este grupo se llama sencillamente «La Danza del Maíz», indicó.

Durante su participación en el ciclo de conferencias El hombre y lo sagrado. Las grandes fiestas de las religiones, Yólotl González manifestó que este tipo de celebraciones se llevan a cabo donde aún existe respeto por la naturaleza, y sobre todo por el maíz, que es una entidad sagrada.

«Estamos a tiempo de difundir la importancia que tenía y tiene el maíz; sin embargo, las tradiciones que giran en torno a este cultivo corren riesgo de perderse si no se difunden, por eso, con la publicación de mi libro, coadyuvaré a enraizar la tradición por el culto a esa planta.

Danza del Maíz y Adoración al Sol por niños y jóvenes de Tioamel, Coxcatlán, San Luis Potosí

»Por fortuna –añadió–, en América aún existen muchos pueblos indígenas que festejan la cosecha del maíz. No se ha perdido, pero no hay que confiarnos. Como en la época colonial, actualmente los festejos en torno al maíz se realizan de la misma manera y aunque la mazorca no se pierde, su calidad sí».

Por último, la investigadora consideró que las autoridades federales deberían establecer la festividad del maíz a nivel nacional, en donde se les explique a los niños y jóvenes el significado de esa tradición, así como los descubrimientos científicos que hicieron nuestros antepasados alrededor de esa planta cuyo uso, además, se extendió a todo el mundo. ♦

Cartel promocional de la Exposición Culinaria del Elote y la Tortilla en San Juan Ixtayopan correspondiente a agosto de 2017

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