Fue presentado el libro ‘Códices Murales’ del maestro Ariosto Otero Reyes’
Por Manuel Garcés Jiménez*
El destacado muralista mexicano, Ariosto Otero, considerado el último muralista de México, presentó su nuevo libro titulado «Códices de Murales» en el Salón Revolución de la Secretaría de Gobernación, presentación a la que asistí y estreché su mano.
Se trata de un interesante texto de pasta gruesa de papel cuché donde se admiran los coloridos detalles de distintos murales, en el que sobresalen «De Dioses a Animales», en el Planetario «El Gran Ehécatl»; «Los Hijos del Dios del Viento», «Los hijos de la Revolución», en el Cuadrilátero del Instituto Politécnico Nacional y «El Regreso de los Dioses», entre otros.
En el citado libro, el doctor Alejandro Zenteno describe, como en cada una de sus obras, lo siguiente: «…convirtiendo al maestro en vehículo de la historia, en caligrafía monumental ejercitada por su brazo. Al esculpir el estuco en la pared, al pigmentar con rojos y ocres la piel de los edificios, recobra, para la posteridad, los ecos de las generaciones, el fuego carmín de nuestros abuelos volcanes con los cuales conversamos en el sueño».

Sin duda alguna, el prólogo escrito por la ex secretaria de Gobernación, actual senadora Olga María Sánchez Cordero Dávila, nos describe al maestro considerado como el último muralista mexicano donde refiere: «El Regreso de los Dioses» (conjunto muralístico de la Secretaría de Gobernación), obra del maestro Ariosto Otero Reyes, plasmada en estuco esgrafiado, ubicada en la Plaza Leona Vicario, al interior de la sede central de la Secretaría de Gobernación, se cumple magistralmente la labor de recordar a quienes cotidianamente esculpen la política interna desplegada por el Ejecutivo Federal, que al realizar su trabajo deben tener en la mente a México nuestro pasado, con sus claros y obscuros, y la lucha generacional que tenemos que dar ante la corrupción, la desigualdad, las inercias de la cultura patriarcal, la impunidad, y ante las ambiciones de intereses privados, nacionales y trasnacionales, que comprometen directamente la consolidación y defensa del interés de la nación mexicana».
Precisamente respecto a los murales «El Regreso de los Dioses» que se encuentran en la Plaza Leona Vicario de la Secretaría de Gobernación, impresionantes y gigantes llenos de síntesis de historia y de cultura, de quienes, posiblemente sean las obras extensas de Hispanoamérica y del mundo.
El contenido del texto es fascinante en cada una de sus páginas donde transcribo fragmentos de las obras pictóricas de los comentarios por destacadas personalidades del mundo del arte y de nuestra historia.

«El Regreso de los dioses» se divide en siete partes:
Primer mural. «Nido de Serpientes».
Aparece como personaje central don Benito Juárez acompañado por la justicia, representada en una «…mujer de torso desnudo, simbolizando sin disfraz, inmaculada como debe ser hoy y siempre, sosteniendo una balanza alrededor de ellos, giran elementos, personajes siniestros en acciones de lucha y agresión contra la patria».
Segundo mural. «Los fantasmas del neoliberalismo».
Vemos «personajes siniestros, oscuros, fantasmagóricos que violentamente ejercen el terror con la brutal ira de un agresor incógnito que flagela a nuestra sociedad y a nuestra nación, si mismo el olvido de los políticos y partidos donde primero están sus intereses personales y de grupo, que el bien de la ciudadanía que los elige y sostiene».
Tercer mural. «Los Dioses».
Estos murales fueron elaborados en estuco esgrafiado. Técnica de origen maya y azteca. «Se hace referencia al mundo de los antiguos dioses mexicanos, desde Huitzilopochtli, padre de los dioses, Quetzalcóatl, hasta Centéotl, diosa del maíz, y Coyolxauhqui, llegando al dios Kawil, símbolo de Venus, la estrella de la mañana, todos en actitud de acción y propuesta, dando vida a la enigmática simbología de ese olimpo ancestral desde donde posiblemente se vislumbró el futuro de México».

Cuarto mural. «Los Tlaloques».
«Hace referencia principalmente a la vida sobre el planeta, el gran árbol milenario de México, el ahuehuete, es el gran guardián de esta obra; la madre naturaleza está pariendo al hombre y a los animales.
Ya en su forma adulta, este hijo se ha convertido en monstruo depredador, lo destruye con un hacha con la que va cortando sus ramas en medio del gran incendio que todo devora, incluyendo sus edificios y estructuras; se trata de un llamado a la industria que en su insaciable voracidad no tiene límites ni compasión por la vida sobre el planeta; las aguas con sus peces se desplazan limpiamente empujadas por los tlaloques, guardianes de Tláloc, las cuales se van oscureciendo por la contaminación».
Quinto mural. «El regreso de los dioses».
«Dedicado a la historia de nuestro país desde la primera invasión que sufrimos hace más de 500 años, aquí se relata entre pasado y presente la llegada de las naves de la mal llamada conquista; entre los personajes que presiden el inicio del mural vemos estas naves del mundo antiguo que se desplazan por los océanos para llegar directo a invadir la nueva tierra ‘descubierta’; se abren nuevos campos de interés económico a través de la intimidación, la imposición y el dominio. Estos antiguos navíos se ven respaldados por el poderoso porta aviones que conducen los nuevos monarcas, que como dioses se han apropiado del continente por medios de sus adoratorios al dios dinero…»
Sexto mural. «Democracia, Derechos Humanos y Justicia Social».
«Este mural habla de la tragedia humana que vivimos los mexicanos, donde la democracia aún no se consolida, a pesar de la lucha por alcanzarla, para hacer del entendimiento del pueblo que el bien de un gobierno no está en el despojo de su identidad y su riqueza (lo que ha sido tradición política de gobiernos anteriores), sino en la justicia, la legalidad, la fraternidad, la prosperidad colectiva y demás valores que conducen al ser humano a la concordia, el bienestar y la paz».
Durante la presentación de la magna obra «Códices Murales» destacó la creación de su sueño anhelado desde que lo conocí en Tecómitl, la Escuela de Muralismo.
Su formación se ha consolidado en instituciones como la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, y la Nacional de Artes Plásticas de San Carlos, en México; lo mismo que en su desempeño como fundador del Taller Latinoamericano de Muralismo «Talamuro» y de la revista El Andamio, para difundir el muralismo universal; como miembro de la Sociedad Bolivariana en México (1992) y de 1994 a la fecha como fundador y primer Secretario de la Asociación de Creadores de Arte Público en México, A.C.
Mi relación con Ariosto Otero
Tengo la fortuna de conocerlo desde hace 40 años, aproximadamente, cuando por mandato de la Secretaría de Educación Pública (SEP) realizó el mural de 40 metros cuadrados llamado «El Teutli» que se encuentra en el interior de la Biblioteca Regional «Profesor Quintil Villanueva Ramos» en el poblado de San Antonio Tecómitl, Milpa Alta. Obra artística e histórica, vehículo de la historia del pueblo y sus alrededores.

Desde 1988 el mural «El Teutli» ha mantenido una función histórica y didáctica, humanística y arquitectónica-estética, entre niños, jóvenes y adultos, quienes asisten al acervo bibliográfico, con ello se ha incrementado el patrimonio cultural de la Alcaldía de Milpa Alta.
Al respecto, la reflexión de este mural, el maestro Ariosto Otero Reyes establece: «Se representa la lucha de una comunidad por su cultura y muestra además, el tránsito del pasado al presente de una comunidad que crece entre cananas, lágrimas y adelitas, y a los ejércitos libertadores que brotaron de las tierras del sur, guiados por el general Emiliano Zapata».
Son más de cuarenta años que el maestro Ariosto Otero ha estado sobre los andamios trabajando para mantener viva la memoria milenaria de nuestro glorioso pasado a través de sus distintas obras. Su labor es incansable, donde los años de pandemia no fue el pretexto para el trabajo. Se le veía con cubreboca realizando sus inmortales trabajos.
Los murales del maestro han trascendido nuestras fronteras, son admirados en el extranjero como en Bogotá, Colombia, y en la Plata, Argentina.
A mediados del 2001 la Alcaldía de Magdalena Contreras trabajó en la creación del mural «El viaje del siglo XXI» con una extensión de 230 metros cuadrados, dicha obra es apreciada por la población en general, entre otras obras de esta demarcación. Así en algunas estaciones del Metro, en el Palacio Municipal de Coacalco, en Amecameca. En fin, son innumerables obras apreciadas que ha creado.
Al respecto, el doctor Ignacio Nava nos comenta cómo a través de estos trabajos «…son parte de la cultura y de la historia de los mexicanos y mexicanas; es una de las tantas aportaciones que el pueblo de México ha hecho al mundo; por ello, su conservación y difusión no es sólo un tema artístico; también de identidad. Extensamente ha sido documentado que el acercamiento al arte, en cualquiera de sus formas, propicia en el individuo salud emocional y lo sensibiliza con el mundo que lo rodea, por tanto, la apreciación artística es una habilidad que se necesita desarrollar para formar personas más humanas». ♦
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Presidente del Consejo de la Crónica de Milpa Alta y secretario de Cronistas Cabildos de la Ciudad de México.
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Pie de fotografía superior: Mural de Ariosto Otero Reyes, De dioses a animales, en el Planetario de Ecatepec «El gran Ehécatl. Los hijos del Dios del Viento»

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