Independencia fue posible por la personalidad de próceres
El carisma y liderazgo del cura Miguel Hidalgo y Costilla, en combinación con la capacidad estratégica de Ignacio Allende, hicieron que el desarrollo de la Guerra de Independencia prosperara.
Al realizar un análisis de las estrategias que ejecutaron los titulares del movimiento armado de 1810, el historiador militar Luis Garfias Magaña destacó que el carácter, la personalidad y la formación intelectual de ambos caudillos, fueron determinantes para la conformación y desarrollo exitoso de la insurrección.
Expuso que en algunos casos los planes fueron exitosos y en otros tantos resultaron caóticos y condujeron a derrotas como la registrada en la Batalla del Puente de Calderón, en Jalisco, en 1811.
En ésta participaron cerca de cien mil insurgentes, comandados por Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo contra las fuerzas realistas, que apenas sumaban seis mil soldados dirigidos por Félix María Calleja.
Al comienzo de la batalla los insurgentes iban triunfando y estuvieron a punto de derrotar a las fuerzas realistas. Sin embargo, una mala planeación produjo confusión, a lo que se sumó la desesperación ante la explosión de una granada que casi acabó con sus municiones.
«Aquel estallido destruyó gran parte de la artillería mexicana, lo que causó un incendio que les impidió toda buena visibilidad sobre el enemigo, y creó una ola de desesperación y terror entre los insurgentes que prefirieron mejor darse a la fuga.
»Esta situación fue aprovechada por el ejército realista para aprehender y aniquilar a los pocos que quedaron», abundó el especialista.
«No obstante, este episodio, el carácter y la personalidad de quienes encabezaron la lucha por la independencia, fueron elementos clave para el avance del movimiento», dijo.
«Miguel Hidalgo era muy carismático y líder nato, en tanto que Allende era un militar profesional y disciplinado y juntos lograron en varias ocasiones avasallar al enemigo.
»Sin embargo, en otras tantas les ganaba su condición humana al llenarse de temores y arrebatos, y que condujeron a varias derrotas y pérdidas de sus seguidores.
»Hidalgo nunca perdió su condición humana, algunas veces también le daban miedo las batallas, incluso en algunas ocasiones dudó en invadir ciertos lugares como la Ciudad de México», comentó el historiador, al puntualizar que en estas ocasiones las estrategias se planearon con base en sus sentimientos y no en lo militar.
«En este sentido, es necesario conocer y reflexionar acerca del temperamento y criterios humanísticos de estos personajes históricos para entender el porqué de muchas decisiones que se tomaron a lo largo de la Guerra de Independencia. Así mismo, estas estrategias nos dan lecciones militares de cómo poder actuar ante situaciones similares», concluyó. ♦
_____
* Presentación de la ponencia «Análisis militar de la Guerra de Independencia 1810-1811», en el Museo Nacional de Historia, en un foro organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Asociación Internacional de Historia Militar y el Consejo de la Crónica A.C. Ciudad de México, 5 de abril de 2010.
Batalla del puente de Calderón



La Batalla del Puente de Calderón aconteció el 17 de enero de 1811. Fue una batalla militar ganada por el bando realista sobre las fuerzas insurgentes mexicanas, en el marco de la Guerra de Independencia de México, librada por la posesión del Puente de Calderón, en el municipio de Zapotlanejo, aproximadamente a unos 30 kilómetros al este de Guadalajara, Jalisco.
Estratégicamente, fue un punto clave para ganar la guerra, pues significaba para los insurgentes el paso hacia Querétaro y posteriormente el acceso a la Ciudad de México.
Desafortunadamente para los insurgentes, a pesar de ser un ejército tan numeroso, carecían de adiestramiento militar. Parece que solo había 3,400 hombres entrenados y 1,200 fusiles útiles. También contaba con unos veinte mil jinetes mal armados. El resto eran soldados sin ninguna preparación bélica.
Allende y Aldama confiaban en su artillería, formada por 95 cañones y para suplir la falta de armamento, de Guadalajara mandaron a fabricar cohetes con puntas metálicas y granadas de mano para ser lanzadas con hondas.
Según algunos historiadores combatieron un total de 100,000 insurgentes, comandados por Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo, contra un aproximado de 7,500 soldados realistas al mando del teniente general Félix María Calleja, Manuel de Flon y José de la Cruz.
Según algunos historiadores, La mañana del 17 de enero de 1811, Hidalgo afirmó: “Hoy desayunaré en Puente de Calderón, comeré en Querétaro y cenaré en México”. Parece que el cura esperaba que Calleja se sintiera intimidado al ver un ejército insurgente tan grande y decidiera unirse a ellos.
La historia cuenta que al principio de la Batalla del Puente de Calderón, los independentistas iban ganando y estuvieron a punto de derrotar a las fuerzas virreinales. Sin embargo, esto no sucedió, ya que los realistas estaban mejor adiestrados, bien organizados y contaban con poderosas armas, lo que determinó, después de seis horas, su triunfo sobre los insurgentes.
El inmenso ejército insurgente fue aniquilado y nunca más, ni Hidalgo, ni Allende volverían a reunir esa cantidad de gente en su lucha independentista. De hecho, se vieron obligados a retroceder y huir al norte del país.
En marzo de 1811, solo 2 meses después, Hidalgo, Allende y Aldama fueron capturados y fusilados en Chihuahua; dando así fin a la primera etapa de nuestra Independencia. ♦

Deja un comentario