Opinión | La búsqueda del sentido de la vida a través de recuerdos y nostalgias

• Los Beatles siguen despertando recuerdos con su inolvidable música que nos remonta a la adolescencia y juventud, con sus letras que siguen impactando a las nuevas generaciones

Por Efrén Camacho Campos

Hace ya algunos ayeres que nos llegó la ola disruptiva de los genios de Liverpool y recuerdo cuando en las clases de inglés en la Secundaria, la maestra utilizaba las canciones de Los Beatles, no sólo para enseñarnos el idioma inglés, sino también para encontrar, en la medida de nuestras capacidad de análisis, explicaciones a las cuestiones cotidianas de la vida, como es el caso de las siguientes canciones: Hello-Goodbye, When I’m Sixty Four e In My Life,entre otras.

Sin duda, es difícil tratar de explicar el sentimiento que esas canciones despertaron en los adolescentes de esa época, pero con el paso del tiempo, considero, de forma individual hemos acumulado suficientes elementos (valores y experiencias), que nos ayudan a decodificar esas letras que nos impactaron y que seguramente seguirán impactando a las nuevas generaciones.

Como la mayoría de la gente, con la socialización de las tecnologías de información –estoy  suscrito a varios grupos de charla en la red social de WhatsApp– y diariamente, al igual que ustedes, recibo una gran cantidad de mensajes, saludos y reflexiones acordes a mi edad, por lo que a diario alguien comparte algún poema, por ejemplo, de Mario Benedetti («No te rindas»), Pablo Neruda («Oda a la edad»), Walt Whitman («Carpe Diem») o Alberto Cortez («Qué suerte he tenido de nacer»), como ejemplos, que aluden a la vejez y no es de extrañar, ya que mis contactos son contemporáneos, es decir, casi todos habitamos en el séptimo piso de la vida.

Con estas herramientas de información, es decir, las benditas redes sociales, se comparten infinidad de noticias falsas, pero sobre todo datos duros que al darles contexto convertimos en información, la cual en reiteradas ocasiones nos invita a la reflexión y al análisis, cualquier cosa que eso signifique.

En cierta ocasión, un muy querido amigo preguntó a los demás que cuál creíamos que era la mejor canción de Los Beatles, cuestión que en una primera instancia me pareció difícil de contestar, porque todas son maravillosas, pero al final coincidimos en que eran In My Life y When I’m Sixty-Four.Son oro molido, debido a que ambasdescribenlos sentimientos que nos produce vivir la vida.

Sin embargo, al final pudimos concluir que In My Life refleja de manera sencilla y magistral, cómo las vivencias que vamos acumulando durante nuestros respectivos ciclos de vida, generan sentimientos y recuerdos que precisamente nos proporcionan un sentido a nuestras vidas.

Cuántas veces, durante momentos de introspección, dibujamos una o varias sonrisas al recordar a familiares y amigos, y no se diga cuando tenemos la fortuna de haber ido acumulando al paso de los años fotografías y videos de todos aquellos momentos compartidos y que ahora al tener algunos añitos acumulados, generan energía interna y, desde luego, muchas ganas de seguir disfrutando la vida terrenal, en compañía de todos quienes han sido y son compañeros de vida.

In My Life dice algo así:

En Mi Vida

Hay lugares que recordaré toda mi vida,
aunque algunos han cambiado.
para siempre, no para mejor,
algunos se han ido y otros permanecen.

Todos estos lugares tienen sus momentos
con amores y amigos que aún puedo recordar.
Algunos han muerto y otros viven,
en mi vida los he amado a todos.

¿Qué tal? ¿Cómo no ponernos romanticones con melodías de tanta profundidad?  Con seguridad cada quien tiene sus favoritas, pero al final creo que coincidiremos que Los Beatles marcaron y seguirán marcando un hito en la historia de la humanidad. A mi nieto le gustan varias de sus canciones, siendo su favorita el Yellow Submarine.

En mi caso, hace ya algunos años que cumplí los 64 y en mi descargo diré que no he perdido el cabello y lo más importante es que sigo conservando la costumbre o la buena práctica, a efecto de seguir conservando y animando la amistad, de enviar felicitaciones a mis familiares y amigos cuando cumplen años y, sí el bolsillo lo permite –que no es muy seguido, je, je, je–, algún regalito. ¡Hasta pronto! ♦

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Fotografía superior: Escena de la película A Hard Day’s Night.