«No hay mujer fea, sólo maridos jodidos». ¡Y que vivan las mujeres!

• Las mujeres lideraban las tribus, eran quienes dirigían las acciones que les permitieron sobrevivir y hasta dominar los ambientes adversos

Por Efrén Camacho Campos

Sigo riéndome de la vez que escuché en una reunión de amigos la frase lapidaria que da título a esta colaboración. Creo que no la había escuchado antes y si lo había hecho, no presté mucha atención, ya que usualmente en ese tipo de convivencias, las esposas forman su propio corrillo y, en consecuencia, los respectivos esposos hacen lo mismo, y como dice el refrán: cada loco con su tema. Sin embargo, en una de esas escapadas donde solamente los hombres vamos, al pasar junto a las señoras escuché a vuelo de pájaro la frase citada y las señoras rieron estruendosamente.

Ese comentario quedó almacenado en mi cabeza, pero un día repentinamente lo asocié a una antiquísima lectura de columnas humorísticas, donde el autor relata, palabras más, palabras menos, el caso de un Gutierritos cualquiera, que un día fue visto con una hermosa mujer por un compañero de oficina. Éste, ni tardo ni perezoso, les comentó a otros colegas, despertando cierta curiosidad insana, razón por la cual se propusieron vigilarlo. Cuál fue su sorpresa al ver que Gutierritos siempre iba acompañado de mujeres sensuales, cuestión que los llenó de envidia, por lo que urdieron invitarlo a una parranda y ya borracho sacarle la sopa. Pues como se dice, ya entrados en gastos, Gutierritos les compartió que las mujeres con las que le habían visto, en realidad era su esposa quien, dependiendo de la ocasión, utilizaba diferentes pelucas y una serie de accesorios que, por rubor, no menciono, y que la hacían verse exquisitamente hermosa y voluptuosa. Luego entonces… ¡Vivan las mujeres hermosas!

Evidentemente, esta situación descrita de manera jocosa, no estaba tan alejada de la realidad de finales del siglo pasado. Pero, ¿qué es los que ha estado cambiando en el panorama actual con relación al rol de las mujeres en la sociedad?, sin menoscabo que ellas son y siempre han sido la parte estructural de las familias, en principio, por el hecho que son generadoras de vida y en quienes esencialmente se ha basado la educación de los hijos, y eso es inobjetable.  Las mujeres siempre han luchado por la equidad de género y un registro tangible de ello, es la conquista del voto femenino en México, en el año de 1953.

Las mujeres han venido descollando en los diferentes campos de la actividad económica del país, dando como resultado, por ejemplo, que México haya tenido ya mujeres ocupando puestos de gobierno, en sus diferentes niveles. Actualmente, en los hogares mexicanos de matrimonios jóvenes, es decir, de la generación nacida en los 80,     ambos cónyuges ¡trabajan o trabajan! Luego entonces, este cambio en la dinámica de las familias modernas plantea –no sólo que los abuelos, sí aún viven, apoyen a los hijos y realicen un sinnúmero de intervenciones para ayudar a sus respectivos hijos, de manera preponderante, con la educación de los nietos–, que las mujeres, en consecuencia, han venido rompiendo esquemas del pasado.

Luego entonces, y aclaro que ellas no requieren de subterfugios para ser bellas, siempre lo son, con una «manita de gato» o no, de ahí que lo cómico planteado por Marco Aurelio Almazán en su libro Cien años de humedad, en el esquema tácito que los hombres, con su dinero, podían «transformar» a sus mujeres. Este modelo mental se ha roto de forma drástica, por lo que ahora ellas pueden costearse sus gustos y, si nos descuidamos un poco, en muchos casos ahora también son los «jefas de familia» y los hombres nos hemos venido transformando en super…mandilones. Ergo, yo… ja, ja, ja.

La cuestión es sí volverán los tiempos del matriarcado como un «sistema social en el que las mujeres, especialmente las madres, tienen un papel central de autoridad y liderazgo. Este concepto apareció en diversas culturas a través de la historia, al destacar en sociedades matrilineales donde la herencia y el poder se transmiten por línea materna (Matriarcado: Definición & Características | StudySmarter)». Las mujeres lideraban las tribus, eran quienes dirigían las acciones que les permitieron sobrevivir y hasta dominar los ambientes adversos.

Un ejemplo de ello es la historia de La Reina Calafia, quien lideraba a una tribu de amazonas, en la misteriosa Isla California, quienes únicamente permitían la convivencia con el hombre, solamente para efectos reproductivos, y que se cercenaban uno de sus pechos, a efecto de poder tirar bien del arco, ya sea en tiempos de guerra o para la caza cotidiana de animales… ¡Qué tal! No recuerdo la ficha bibliográfica del libro donde leí esta historia, pero en la red recuperé referencias de tres novelas que seguramente resultarán de muy grata lectura: La Reina Calafia, de Vicente Blanco Ibáñez; La Reina Calafia y el origen de la palabra California, de Úrsula Tania Mansur; y, finalmente, La Reina Calafia y la Misteriosa Isla California: la leyenda de las amazonas y la isla del tesoro, también de Úrsula Tania Mansur… ¡Hasta la próxima! ♦

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