Pueblos originarios de la capital. De Distrito Federal a Ciudad de México

• Fue la época de los ferrocarriles y el auge económico en el sureste de la Ciudad de México surge con la entrada de los tranvías de la Villa de Guadalupe, Zócalo, Tlalpan, Xochimilco hasta Tulyehualco con los carros-góndolas

Por Manuel Garcés Jiménez*

Segunda y última parte

Llegamos a la época del gobierno de Porfirio Díaz Mori estando fuertemente influido por la arquitectura francesa, por lo que a través de Georges Eugene Haussmann se implementaron grandes avenidas, plazas, parques, áreas verdes, iluminación pública, estaciones de trenes y varios teatros.

Fue la época de los ferrocarriles y el auge económico en el sureste de la Ciudad de México surge con la entrada de los tranvías de la Villa de Guadalupe, Zócalo, Tlalpan, Xochimilco hasta Tulyehualco con los carros-góndolas para el traslado de la producción agrícola de Santa Cruz Acalpixca, San Gregorio Atlapulco, San Luis Tlaxialtemalco y Tulyehualco. 

En 1900 se crea la división política del Distrito Federal, configurándose de la siguiente manera:

I.- La Municipalidad de México

II.- El Distrito de Azcapotzalco

III.- El Distrito de Coyoacán

IV.- El Distrito de Guadalupe

V.-  El Distrito de Tacubaya

VI.- El Distrito de Tlalpan y

VII.- El Distrito de Xochimilco

Cuatro fotografías de Xochimilco y una del claustro de la iglesia de San Pedro Apóstol

En 1903 se determinó que el territorio quedaba dividido en 13 municipalidades que se conservaron hasta 1929: México, Guadalupe Hidalgo, Azcapotzalco, Tacuba, Tacubaya, Mixcoac, Cuajimalpa, San Ángel, Coyoacán, Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta e Iztapalapa.

Llegamos a 1970, cuando el gobierno de la capital de la República decide que el Distrito Federal se divida en 16 delegaciones: Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Cuajimalpa de Morelos, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Magdalena contreras, Miguel Hidalgo, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan, Venustiano Carranza y Xochimilco.

Vemos cómo desaparecen las municipalidades de México, Guadalupe-Hidalgo, Tacuba, Tacubaya, Mixcoac y San Ángel, para crearse las delegaciones Venustiano Carranza, Benito Juárez, Álvaro Obregón, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Tlalpan.

El fundamento para considerar a los pueblos barrios como originarios de la Ciudad de México lo establece el artículo 2° de la Constitución Política de la Ciudad de México, tiene como característica una composición plurilingüe, pluriétnica y pluricultural, sustentada en sus habitantes, sus pueblos y barrios originarios y en sus comunidades indígenas[1].

La confirmación territorial de la Ciudad de México  tiene su origen en los pueblos y barrios originarios con antecedentes de la época mesoamericana, como Iztapalapa, Ixtacalco, Tlalpan, Xochimilco, Azcapotzalco y Tacuba (Tlacopan).

La mancha urbana alcanzó a los antiguos pueblos

El reconocimiento de estos espacios como elementos de la ciudad es reciente, ya que fue hasta la década de 1990 cuando comenzaron a manifestarse los antiguos pueblos de indígenas de la cuenca de México, especialmente aquellos que aún no eran alcanzados por la urbanización. En esta década se comenzó a configurar una identidad política que se reforzó con la adopción del término originario, dado en el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo que, si bien se usa a nivel global para referirse a los pueblos indígenas, en la Ciudad de México[2].

En 2011 los pueblos originarios fueron considerados en la Ley de Participación Ciudadana como entidades sociales específicas y, en consecuencia, se definieron ciertas modalidades particulares de su representación (los consejos de los pueblos). Sin embargo, sólo se tomaron en cuenta algunos poblados y barrios originarios, básicamente aquellos que participaron activamente en la lucha por su reconocimiento.

En 2017 se integraron en la Constitución Política de la Ciudad de México y se les definió, en el artículo 58, como aquellos que descienden de poblaciones asentadas en el territorio actual de la Ciudad de México desde antes de la colonización y del establecimiento de las fronteras actuales, y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, sistemas normativos propios, tradición histórica, territorialidad y cosmovisión, o parte de ellas[3].

Cuentan, además, con características más visibles como una traza urbana desordenada[4], con inmuebles de la época de la colonia española: la iglesia, parroquia o capilla rodeada por el atrio y/o jardín, plaza, quiosco, mercado o tianguis, e incluso oficinas de representantes comunales o ejidales y en varios casos para el Coordinador de Enlace Territorial.

Otras de las características de los pueblos son sus barrios con calles estrechas, callejones y cerradas trazadas como paso peatonal y para los animales de carga (caballos, mulas y asnos) de las cosechas de maíz y frijol en arpillas, además del rastrojo, comida para los animales de corral.

Otros elementos de los pueblos es la organización de sus habitantes en la celebración de sus fiestas patronales con misa solemne al santo-patrón, portada floral en la puerta del atrio, el estruendo de cohetes, juegos mecánicos, magnos festines gastronómicos en cada hogar y el baile popular por la noche.

Los pueblos mantienen dos nombres, el impuesto por los evangelizadores y el existente prehispánico. Otra característica entre sus habitantes es que se identifican por sobrenombres o apodos.

Son tres alcaldías del sureste de la Ciudad de México que mantienen su historia ancestral, unidad vecinal, tradiciones, costumbres, leyendas y cultura material e inmaterial.

Xochimilco: 1. Santiago Tulyehualco (chiquihuiteros); 2. San Luis Tlaxialtemanco (petlaxiles); 3. San Gregorio Atlapulco (chicuarotes); 4. Santa Cruz Acalpixca (escoberos, napayos), 5. Santa María Nativitas Zacapan; 6. San Lorenzo Atemoaya; 7. Santa Cecilia Tepetlapa; 8. San Francisco Tlalnepantla; 9. San Andrés Ahuayucan; 10. San Mateo Xalpa; 11. San Lucas Xochimanca (cuatatapas); 12. Santiago Tepalcatlapan (pascleros); 13. Santa Cruz Xochitepec y, 14. Santa María Tepepan (tecuiches).

Tláhuac: 1. San Andrés Mixquic (lisos); 2. San Nicolás Tetelco (atoleros); 3. San Juan Ixtayopan; 4. San Pedro Tláhuac (carpitas); 5. Santa Catarina Yecahuizotl; 6. Santiago Zapotitlán; 7. San Francisco Tlaltenco (burritos canelos) y, 8. San Lorenzo Tezonco.

Milpa Alta: 1. Señora Santa Ana Tlacotenco; 2. San Lorenzo Tlacoyucan; 3. San Jerónimo Miacatlán; 4. San Francisco Tecoxpan; 5. San Agustín Ohtenco; 6. San Juan Tepenahuac; 7. San Antonio Tecómitl; 8. San Pedro Atócpan; 9. San Pablo Oztotepec; 10. San Bartolomé Xicomulco; San Salvador Cuahutenco y, la cabecera delegacional Milpa Alta.

El Cerro de la Estrella y sus alrededores en el año de 1941; a la derecha, parte inferior, Santa Martha Acatitla, en 1949, se aprecia la Calzada Ignacio Zaragoza, al centro se ve el cruce con Calzada Ermita Ixtapalapa y al fondo Volcan La Caldera. Fotografías de la Compañía Mexicana de Aerofoto

Finalmente, el libro de Mapas de mi barrio establece que: «En la actualidad aún se desconoce el número real de pueblos y barrios existentes en la Ciudad de México El Instituto Electoral de la Ciudad de México tiene el registro de 48 pueblos y barrios originarios, La Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y comunidades Indígenas Residentes en esta ciudad estima un patrón de 193 pueblos y 56 barrios originarios. En el año de 2007 el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Gobierno de la Ciudad de México publicaron un ‘Atlas etnográfico de los pueblos originarios de la Ciudad de México’, coordinado por la doctora Teresa Mora, en el que se asienta un total de 117 pueblos y 174 barrios originarios. Por su parte, en los primeros meses de 2017, el Consejo de los Pueblos y Barrios Originarios de esta ciudad publicó una lista de pueblos y barrios originarios en la que se identificaron 139 y 58, respectivamente».

Los pueblos en la Ciudad de México se dividin de forma general, en tres categorías:

  1. Pueblos rurales y semirrurales de las alcaldías de Milpa Alta, Xochimilco, Tláhuac, Tlalpan, Magdalena Contreras, Álvaro Obregón y Cuajimalpa, donde parte de las actividades está ligada a la producción primaria y una vida comunitaria compleja.
  2. Pueblos urbanos con un pasado rural reciente que perdieron su carácter rural en los últimos cincuenta años localizados en las alcaldías de Iztapalapa, Coyoacán, Iztacalco, Benito Juárez y Venustiano Carranza.
  3. Pueblos urbanos con una vida comunitaria limitada, con sede en la Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Gustavo A. Madero y Azcapotzalco. ♦

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* Presidente del Consejo de la Crónica de Milpa Alta.  

Bibliografía:

Pérez Galicia, Alejandra, Delgado Campos, Genaro Javier. Mapas de mi Barrio. Coordinación de Humanidades. UNAM, México, 2020.

Vicente Anaya, José. Pueblos Originarios. Ediciones Proceso, México, 2020.


[1] Alejandra Pérez Galica. Op Cit.

[2] Ibídem. p. 13

[3] Ibídem. p. 14

[4] No todos los pueblos y barrios cumplen con esta condición, ya que algunos cuentan con cascos originarios trazados en cuadrícula.

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