Muestra ‘Raíces de Nuestros Pueblos’ en Museo Regional de Tláhuac
Con información de Karla Michell García Laguna
El Museo Regional de San Pedro Tláhuac abrió sus puertas a la Exposición Pictórica Colectiva «Raíces de Nuestros Pueblos», con obra al pastel, óleo, acuarela y acrílicos de los artistas plásticos Fidel Arroyo Vázquez, Lusalva González Jiménez y Marcos Balleza Ramírez, gracias al apoyo brindado por la alcaldesa Berenice Hernández Calderón a través de la Dirección General de Desarrollo Social y Bienestar, a cuyo frente se encuentra Kanek Gabriel Ángeles.

Previo al tradicional corte de listón, Fidel Arroyo –originario de Chignahuapan, Puebla, pero avecindado en Tláhuac prácticamente desde su niñez– narró sus recuerdos de la chinampa, desde la época «cuando las familias sólo iban a sus hortalizas a cortar lo que se iban a comer ese día».

Durante breve conversatorio con el público, el pintor trajo a colación la controversia de si el Lago de los Reyes debe tener por añadidura el nombre de Aztecas o no. Porque, dijo, «hay quienes dicen que no eran aztecas sino sólo reyes, pero al final de cuentas es lago y lo tenemos ahí, y se puede recorrer tranquilamente para apreciar su belleza desde las trajineras que pueden transitar por diferentes canales».

A fin de cuentas, esas imágenes son las que Fidel Arroyo plasma en su obra plástica.
En tanto que la maestra Lusalva González Jiménez, originaria de San Francisco Tlaltenco, recordó que el Museo Regional de Tláhuac tiene 25 años de haber sido fundado, «y somos afortunados porque al ser inaugurado expusimos nuestra obra y ahora lo volvemos a hacer».

Agradeció al público el haberse acercado para presenciar lo que ellos como artistas plásticos dan a conocer a través de su obra, tanto en escenarios naturales como en costumbres y tradiciones de los pobladores de Tláhuac.

Lusalva, egresada de la Escuela Nacional de Maestros y también de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del Instituto Nacional de Antropología e Historia, con una maestría en la Universidad de Puebla en Desarrollo Educativo, dijo que su obra «es de tipo costumbrista y refleja las tradiciones, así como la gastronomía de nuestros pueblos y, por supuesto, la tradición más importante de mi pueblo como es el carnaval», además de otros aspectos importantes de Tlaltenco».

Refirió que en algún tiempo integró el grupo de pintores tlahuaquenses que se autodenominó el Grupo de los Siete, llamado así, pero «no porque fueran siete sus integrantes, sino porque representaban a los siete pueblos de la demarcación, y éramos alrededor de 13 artistas plásticos, en mayor número, debo decirlo, de San Francisco Tlaltenco, lo que me da mucho gusto y mucho orgullo.

Lusalva González Jiménez reconoció que por su formación académica su principal labor va hacia la docencia, «pero también hacia el arte que es lo que más nos apasiona», indicó.

«La docencia nos da para vivir, pero el arte nos alimenta el espíritu», dijo quien también es directora de la Escuela Secundaria Federal 327 en la Colonia del Mar.
La obra de la pintora de Tlaltenco ha sido expuesta tanto en Tláhuac como en diferentes foros a los que ha sido invitada para representar a la demarcación, como en la Feria del Patrimonio Mundial y Cultural de la Ciudad de México y en la República Popular China.
Por su parte, Marcos Balleza Ramírez, curador museográfico del recinto de Tláhuac, dijo ser pintor autodidacta. «Mi trabajo es sobre figuras naturales como el ixtle, la caña de carrizo, caña de maíz, hoja de maíz, tule, hoja de palma, y trato de representar costumbres y tradiciones de nuestros pueblos», dijo.

Los de Tlaltenco traemos la música por dentro
«Desde que nacemos la música la llevamos dentro –dijo Luzalva González Jiménez al explicar los contenidos de su obra alusivos a las tradiciones de Tlaltenco–, por eso cuando nos llevan a enterrar nos llevan con música de chinelo, esa que adoptamos de Morelos, así como adoptamos la tradición de los trajes del carnaval que vienen de Iztapalapa, de Chimalhuacán».

«Anteriormente había el disfraz de gorila elaborado con fibra de coco, esa fibra servía para ponerla en el lomo de los caballos antes de ponerles la silla, era como un tapete que usaban; pero para los disfraces utilizaban esta fibra, la iban desprendiendo y con ella forraban un overol para que quedara con la textura de un gorila. Ese fue uno de los trajes más antiguos y tradicionales. Quienes portaban esos disfraces le iban abriendo paso a la comparsa para que no se juntara tanto la gente».
«Lamentablemente, allá por los años 80 hubo un accidente, el disfraz que traía una persona se incendió y a partir de entonces fue descontinuado».
La exposición puede ser visitada de las 10 de la mañana a seis de la tarde de martes a domingo. ♦
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Fotografía superior: Fragmento de una pintura de Fidel Arroyo


Capturas de video de Karla Michell García Laguna

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