Negocios de San Antonio Tecómitl instalados en antiguas casas del pueblo
Por Manuel Garcés Jiménez*
El Café la Plaza y el Restaurant El Mestizo se localizan en San Antonio Tecómitl, Alcaldía de Milpa Alta. El primero se encuentra en la esquina de 5 de Mayo y la Avenida Hidalgo en una singular y enorme casona construida a finales del siglo XIX, cuyos propietarios fueron don Rafael Medina y su esposa Anselma Castro Ramos.
El segundo negocio lo observamos en la Avenida Morelos sur, número 42, parte de la antigua casona propiedad de la familia Meza, con la entrada original donde se admiran las piedras artísticamente labradas con dintel en el centro, demostrando con ello la grandeza de la familia Meza, teniendo su esplendor durante el México post revolucionario.
Café la Plaza
Me comentaba la señora Gumercinda Robles Gutiérrez, esposa de don Ángel Medina Ramos[1], herederos de la esquina del inmueble, que éste originalmente fue una enorme tienda con la venta de productos que demandaban los habitantes de aquellos años. El inmueble llegaba a la mitad de la manzana, sobre 5 de Mayo, donde actualmente se encuentra la tienda y Café «López Hermanos».

Al ingresar al Café la Plaza observamos en lo alto las vigas que sostienen el entretejido con tablas de madera sostenidas por vigas de pino en buenas condiciones, las que a su vez sostienen la loza catalana que cubren los cuartos. La azotea está enladrillada. El piso se encuentra hundido, debido a su originalidad que fue de madera machimambrada, que al desaparecer por el deterioro de los años quedó hacia abajo, como a cuarenta centímetros del nivel de la calle.
Durante la época porfiriana tuvo su esplendor, a la llegada de la revolución fue saqueada por la tropa carrancista, por lo que la familia migró al estado de Morelos. Ante el abandonado inmueble, la tropa del general Emiliano Zapata la ocupó por varios meses para pernoctar cuando llegaba al pueblo de Tecómitl y sus alrededores, motivo por el cual, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lo catalogó el 4 de diciembre de 1996 como Patrimonio histórico.

Su dueño, don Rafael Medina, hombre de bien que se dedicó al comercio con mercancías provenientes de la Ciudad de México y del estado de Morelos, el negocio fue creciendo hasta lograr su magna construcción como la tienda más grande del pueblo.
Nos narraba la señora Gumercinda Robles Gutiérrez[2] que la entrada principal se encontraba sobre la Calle 5 de Mayo, donde se admiraban las piedras labradas con portón de madera con hierro forjado. La parte superior estaba adornada con flores de buganvilias que se acomodaban como diadema en la parte superior del acceso.
Durante su apogeo clientelar la tienda expendía casi de todo de la exigencia clientelar, siendo la preferida de toda la comarca por las mercancías provenientes de Tierra Caliente, tales como azúcar mascabado, piloncillo, panocha, aguardiente, sal granulada, tequezquite, cal en trozo, hierbas de olor, ceras, trastos de barro, comales, nixcomiles de Tlayacapan, cucharas de madera de todos tamaños, piedras pomex, jarcería, escobas de varas y de popotillo, escobetas, estropajos, lazos y morrales de ixtle y costales de henequén, entre otros enceres.

Además se exponían para su venta una variedad de herramientas para el campo, como yugos, arados fustes, azadones, machetes, tranchetes, castradores, jícaras, acocotes, arpillas y todo tipo de semillas, como maíz, frijol, haba, lenteja, garbanzo, trigo y una variedad de frutas y verduras de la zona lacustre.
Durante el México post revolucionario, la familia Medina se dividió como herencia para tres hermanos; al lado oriente, la señora Amalia Medina; el centro fue para el señor David Medina y la esquina don Ángel Medina. Durante la etapa pos revolucionaria se respiraba una relativa calma de la sociedad mexicana, hasta la llegada de la Guerra Cristera (1926-1929), lo que trajo como consecuencia la celebración de ceremonias religiosas en casas particulares durante el gobierno de don Plutarco Elías Calles para poder calmar el movimiento clerical, siendo este inmueble el lugar ideal por su amplitud para poder asistir a escuchar las ceremonias católicas.
Al paso de los años, la casona de don Ángel Medina fue utilizada como salón de baile durante las fiestas del pueblo[3], después como sala de billares de los señores José Luis y su esposa Bertha, originarios de Xochimilco. Así también se rentaba para la proyección de películas con asientos provisionales con vigas.
Durante 20 años la señora Gumercinda Robles ocupó la esquina de 5 de Mayo e Hidalgo atendiendo una modesta forrajearía. En la década de los años 70, los fines de semana se reunían los jóvenes de la Sonora Bahía, donde realizaban escoleta. El grupo estaba integrado por Roberto Noriega, Reyes Garcés, Cecilio Meza, Rogelio Meza, Armando Medina, Pedro Aguilar, Antonio Silva, Luis Ibarra, Roberto Blancas, Eulogio Chavarría y su cantante Bertha Padilla.
Durante la administración del delegado Agapito Domínguez Lacroix, la esquina fue ocupada para biblioteca del pueblo a cargo de la delegación, hoy alcaldía, (por cierto nunca pagaron la renta).
Cuando iniciaban a participar los partidos de la naciente izquierda mexicana, en 1988 fue utilizada como centro de organización de los comités partidistas de filiación, así como de reuniones de los integrantes del Partido Mexicano Socialista (PMS). Finalmente, años después estuvo uno de los negocios más antiguos del pueblo donde se reparaban los radios y televisores de bulbos: Radio 13.

Actualmente, en este lugar aparece El Café La Plaza (próximamente a restaurante) es un espacio de placer y del buen comer preparado por el chef Rafael García Álvarez, donde se saborea la lasagné (espagueti con salmón), así como un suculento y rico focaccía (pan con oliva y tomate) o, un tiramisú (postre con queso mascarpone). Los fines de semana se pueden disfrutar de la música placentera del grupo de Antonio Valdés, además en sus gruesas paredes aparecen las exposiciones temporales de pintura al óleo de artistas profesionales reconocidos del poblado y de la región.
En un costado del café, en la esquina, diariamente se reúnen los comensales a saborear con la atención de su anfitriona Fernanda Junco para poder disfrutar el buen café, o la limonada de coco, o algo para el gaznate, un frappe, o un mojito de sandía, entre otros tantos gustos del buen beber y el disfrute del momento.
Restaurant El Mestizo
Este negocio se localiza sobre en la Avenida Morelos Sur, número 42, en Tecómitl, sus dueños son descendientes de la familia Meza, casona que originalmente se extendía hasta media manzana en las inmediaciones de lo que actualmente conforman las calles de Iturbide y Allende.
Los descendientes de la familia Meza comentan que la casona fue construida por don Miguel Meza con los materiales de la época; piedra rústica y bien labrada para la entrada principal, en puertas interiores y ventanales, gruesos ladrillos y vigas con loza catalana. Al fallecer don Miguel Meza el inmueble fue heredado a don Emiliano Meza quien atendía por muchos años la modesta tienda bien surtida de abarrotes. Los años pasaron para ser heredada su hijo Emiliano Meza, quien a su vez la delega a descendientes; Luis, Raymundo e Irvin.
Con el paso de los años la casona pasó a manos de Sergio Gutiérrez Cortés y su esposa Elizabeth Meza Ramos, quienes le han conservado parte de su originalidad, destacando los gruesos paredones. Por cierto, en el patio observamos como vestigio familiar una singular pileta de gruesos contrafuertes con dos lavaderos de piedra pulida a sus costados por el uso de años, y que al admirarlas nos remontan a tiempos pretéritos de la grandeza de la familia.
Al fondo, hacia la parte oriente aparece la entrada de una sala convertida en capilla donde se conserva celosamente una artística pintura al óleo con la imagen de la Virgen de Guadalupe de más de dos metros de altura y 150 de ancho, que ha servido durante décadas en la unión familiar, rindiéndole fe en su fiesta los días 11 y 12 de diciembre con la asistencia de la familia Meza y vecinos, conviviendo con aromático café con tamales para escuchar con devoción la misa en su honor.
Actualmente, a un costado de lo que fue la entrada principal del inmueble se encuentra el restaurant El Mestizo, con la colección de un gran zompantli de cristal y la variedad de muñecas «Lele», donde sus dueños han mantenido parte de la originalidad de la casona donde se aprecia la piedra y tabiques gruesos, proporcionando un ambiente agradable para poder disfrutar con la familia o los amigos, lo placentero del sitio con la extraordinaria atención del chef Elías A. García Martínez preparando los platillos exclusivos de El Mestizo, tales como pizzas y tlayuditas preparadas a la leña, los tlacoyitos de plátano macho con cochinita pibil, así como la variedad de mezcales. Sin faltar el pulque natural y el curado con las diversas frutas de la época. ¡Provecho! ♦
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* Presidente del Consejo de la Crónica en Milpa Alta y secretario de Cronistas de Cabildos de la Ciudad de México
[1] Padres de mis esposa Gloria Medina Robles.
[2] La señora Gumercinda Robles fue nativa de San Francisco Tecoxpan.
[3] En aquellos años el pueblo de Tecómitl contaba con pocos habitantes, a dos manzanas de los cuatro barrios era el límite con el campo.

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