LX años de creación del Instituto Mexicano del Petróleo, razones para celebrar

• Próximamente, se cumplirá un aniversario más de la creación de esta importante organización, misma que ha sido y es pieza fundamental para la investigación y el desarrollo tecnológico de Petróleos Mexicanos y del país

Por: Efrén Camacho Campos

Cuando conocí por primera vez el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), era yo apenas un joven reportero de un periódico de circulación nacional, que ese día acababa de recibir la orden de trabajo en el sentido de visitar esa organización y, en consecuencia, elaborar una nota de color.

Después de presentarme con los responsables de comunicación social, en aquel entonces se les conocía como relaciones públicas, realicé un recorrido por sus magníficas instalaciones, entrevisté a algunos trabajadores que encontraba y así fue como obtuve los elementos necesarios para redactar más tarde el artículo que se me había indicado.

Pero debo aclarar que eso no fue todo, desde ese momento surgió en mi interior la intención de colaborar ahí, por lo que, después de revisar el organigrama que se encontraba en la recepción, me presenté con el titular de lo que se conocía como la División de Información y Difusión, donde su titular, un verdadero caballero, el ingeniero Miguel Martínez Ríos, me recibió sin ninguna cortapisa, es decir, no necesité solicitar previamente de una cita para entrevistarme con él.

Pasaron algunos meses para que yo pudiera incorporarme a la ya desde entonces prestigiosa institución, con el objetivo primordial de obtener mi título profesional, ya que el horario de trabajo, a diferencia del de la redacción, me brindaba la posibilidad de continuar con los trámites de titulación en la UNAM y, una vez concluidos los estudios de licenciatura, volver al periodismo escrito.

Sin embargo, el tiempo me fue llevando por otro camino, primero al del encariñamiento con el IMP y la posibilidad de continuar desarrollándome profesionalmente, tal y como sucedió con este redactor y con otros grandes compañeros de trabajo, que ahora ya pensionados, formamos una gran red de colaboración y participación, y que con el avance de las tecnologías de información, compartimos no solamente conocimiento adquirido con el paso de los años en el Instituto, sino también experiencias útiles para el continuo mejoramiento de las prácticas concurrentes dentro de las distintas especialidades de la industria petrolera en nuestro país.

Evidentemente, como parte de mi incorporación, recibí una plática de inducción a este innegable Centro de Investigación, de la cual recuerdo, como si fuera hoy mismo, que el IMP fue creado cuando el presidente Gustavo Díaz Ordaz aprobó el decreto que se publicó en el Diario Oficial, un 23 de agosto del año 1965, en el cual se establecen como objetivos del IMP: «la investigación científica básica y aplicada; el desarrollo de disciplinas de investigación básica y aplicada; la formación de investigadores; la difusión de los desarrollos científicos y su aplicación en la técnica petrolera y, finalmente, la capacitación de personal obrero que pueda desempeñar labores en el nivel subprofesional, dentro de las industrias petrolera, petroquímica básica, petroquímica derivada y química».

Así y como todo en la vida, las personas e instituciones se reorganizan periódicamente y en el mes de mayo de 1979, el IMP sufre una restructuración organizacional, que da origen a la primigenia Subdirección de Desarrollo Profesional, luego su transformación en Subdirección de Capacitación y Desarrollo Profesional, hasta llegar a ser la Subdirección de Capacitación y Servicios Técnicos.

En esa etapa inicial, queda al frente un líder catalítico y transformador, ingeniero Fernando L. Echeagaray Moreno, quien logra crear una visión conjunta, con la finalidad de que todos sus colaboradores llevaran a cabo, en tiempo y forma, la formación y el desarrollo profesional del personal de Petróleos Mexicanos y del propio IMP, llevando a la especialidad de capacitación, como un eje fundamental en el logro de la misión del Instituto Mexicano del Petróleo, en el sentido de «adecuar rápidamente los conocimientos y capacidades de los profesionales, al más alto grado de integración con respecto a los objetivos de la industria petrolera, a través de objetivos específicos, orientados a incrementar la eficacia en los resultados, mejorar la actitud hacia el trabajo, perfeccionar el proceso administrativo y propiciar la asimilación e innovación tecnológica».

Próximamente, se cumplirá un aniversario más de la creación de esta importante organización, misma que ha sido y es pieza fundamental para la investigación y el desarrollo tecnológico de Petróleos Mexicanos y del país. No se desconoce que después de la histórica expropiación petrolera, un 18 de marzo de 1938, por parte del presidente Lázaro Cárdenas del Río, las autoridades determinaron la necesidad de crear un organismo que permitiera desarrollar tecnología propia para nuestra industria petrolera, razón por la cual un 23 de agosto de 1965, se crea el Instituto Mexicano del Petróleo, con la participación de un puñado de entusiastas profesionales, con el ingeniero Javier Barros Sierra al frente de la misma, con la misión de «generar tecnología petrolera propia y así reducir los altos gastos que existían por concepto de importación de la misma».

Es bajo este contexto como desde hace algunos años, que un grupo de pensionados de la otrora Subdirección de Desarrollo Profesional, encabezados por el siempre afable y animoso ingeniero Leonardo Zamora Lira, con la participación solidaria y desinteresada de Jesús Sánchez Silva, así como la de tantos otros compañeros, convocan a honrar a una gran institución cuasi sexagenaria.

Nada como una reunión anual de alta gama para llevar a cabo la celebración del 60 Aniversario de la creación del Instituto Mexicano del Petróleo, por quienes tuvimos la fortuna de participar  en esa gran organización toral de la industria petrolera mexicana, razón por la cual el próximo 23 de agosto del año en curso, tendrá verificativo dicha celebración en instalaciones del Gran Hotel de México, con sede en el centro de la Ciudad de México, con la asistencia de colegas jubilados y pensionados del IMP, pero sobre todo con la participación de la actual directora, doctora Elizabeth Mar Juárez, quien tiene la enorme responsabilidad de seguir incrementando el patrimonio intelectual de nuestra querida institución.

Confieso que estoy impaciente de reunirme con tantos colegas, pero más que nada escuchar el mensaje de nuestra directora, quien señala que «el futuro del IMP está íntimamente ligado a su capacidad de seguir soñando, investigando y transformando el sector energético del país» y, cómo no, también las magistrales palabras de don Fernando, como familiarmente lo llamamos. ¡Viva el IMP!, vamos por otros sesenta años de resultados invaluables. ¡Hasta la próxima! ♦

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Pie de fotografía superior: Ing. Leonardo Zamora Lira, Dra. Elizabeth Mar Juárez, Sofia García Lagunes y Jesús Sánchez Silva