Apuntes sobre el CXI aniversario de la ratificación del Plan de Ayala
Por Manuel Garcés Jiménez*
Partimos de que la historia no sólo relata hechos, si no que busca concebir sus causas y sus consecuencias y significados, ya que nos ayuda a entender cómo y porqué las sociedades han evolucionado, es por ello que la crónica va de la mano con la historia, ambas contribuyen a la construcción de nuestra identidad cultural y social de los mexicanos, verbigracia el Plan de Ayala.
Establece la historia que fue el 10 de junio de 1911 cuando el general Emiliano Zapata y su tropa llegaron por vez primera a Milpa Alta entrando por el pueblo de Santa Ana Tlacotenco, dirigiéndose a los campesinos en náhuatl convenciéndolos para que se unieran a él a luchar contra el régimen porfirista y sus aliados terratenientes, para poder obtener un pedazo de tierra en donde pudieran trabajar libremente.

Al respecto, recordemos que el Plan de Ayala fue redactado en Ayoxuxtla, estado de Puebla, el 28 de noviembre de 1911; es el documento histórico que nos permite comprender y analizar la situación que se vivía en aquellos años con el nuevo gobernante en manos de don Francisco I. Madero, época de incertidumbre, de engaño, analfabetismo y despojo de tierras al pueblo campesino que vivía en extrema pobreza y ninguneado por el gobierno de Porfirio Díaz y sus marrulleros de la naciente burguesía.
Fue en San Pablo Oztotepec, Alcaldía de Milpa Alta, cuando el 19 de julio del año de 1914 (en 2025 se cumplieron 111 años de su ratificación) el general Zapata con sus jefes y oficiales del Ejército Libertador analizaron la situación que atravesaba el país ante el derrocamiento de Francisco I. Madero, en manos del traidor Victoriano Huerta, demostrando con este hecho que los norteamericanos sobre guardaban sus intereses sobreponiéndose a la naciente democracia mexicana.
No cabe la menor duda que la Ratificación del Plan de Ayala fue el análisis de la situación que en ese momento atravesaba nuestro país, ante la traición del efímero gobierno de Victoriano Huerta y la llegada del ex gobernador de Coahuila y terrateniente Venustiano Carranza, ocasionando la desmoralización de sus partidarios por querer eliminar al líder del agrarismo, al general Emiliano Zapata Salazar, contra quien finalmente logra su objetivo. La ratificación tuvo el carácter de reafirmar las reivindicaciones tomando como fundamento el Plan de San Luis y el Plan de Ayala, suscribiendo dos puntos trascendentales:
Primero.«La Revolución ratifica todos y cada uno de los principios consignados en el Plan de Ayala y declara solemnemente que no cesará en sus esfuerzos sino hasta conseguir que aquellos, en la parte relativa a la cuestión agraria queden elevados al rango de preceptos constitucionales».
Segundo.«De conformidad con el artículo tercero del Plan de Ayala, y en vista de que el ex general Pascual Orozco, que allí se reconocía como jefe de la Revolución, ha traicionado villanamente a ésta, se declara que asume en su lugar la Jefatura de la Revolución el C. Gral. Emiliano Zapata, a quien el referido artículo 3ro., designa para este cargo, en efecto del citado ex general Pascual Orozco».
Tercera.«La Revolución hace constar que no considera concluida su obra que, derrocada la administración actual y eliminados de todo principio en el poder, los servidores del huertismo y las demás personalidades del antiguo régimen, se establezca un Gobierno compuesto por hombres adictos al Plan de Ayala que llevan desde a la práctica las reformas agrarias, así como los demás principios y promesas incluidos en el referido Plan de Ayala, adicionado al de San Luis».

Podemos asegurar que los jefes revolucionarios de Milpa Alta estuvieron presentes en tan histórico momento, citamos al general Pánfilo Cabello, conocido como el general Ayate nativo del pueblo de San Jerónimo Miacatlán, hombre valiente que sin saber leer y escribir, su entrega fue total durante la revolución armada.
Comentan los abuelos que Pánfilo Cabello fue un hombre fornido de baja estatura con vestimenta de manta, huaraches y su inseparable ayate, participó en combates tales como el 22 de octubre de 1911 en las poblaciones de Topilejo, Tulyehualco, Nativitas y San Mateo Xalpa, al día siguiente tomaron Milpa Alta, de esta manera, dieron una demostración de fuerza con campesinos de los doce pueblos de Milpa Alta al gobierno interino de Francisco León de Barra.
Entre los personajes revolucionarios que la historia no tiene registrado, pero reconocemos sus participaciones gracias a que sus descendientes muestran documentos fehacientes que ofrendaron su vida al lado del general Emiliano Zapata, como fue don Félix Cedillo González nativo de San Salvador Cuauhtenco, quien por sus acciones logra el grado de Teniente de Caballería, por lo que fue reconocido Legionario de Honor y comandante veterano de la Revolución Mexicana.
Al respecto, da fe don Félix Cedillo González, que su abuelo el señor Miguel Ángel López Cedillo, se integró al movimiento revolucionario cuando se entera que el general Emiliano Zapata se encontraba en Oztotepec dándose a la tarea de invitar a su gente de su terruño con el grito «¡Júntense conmigo!, yo ya me levanté en armas!» Como muestra de participación, el 27 de junio del año de 1949 la Secretaría de la Defensa Nacional le reconoce como «Veterano de la Revolución». El 31 de agosto de 1950 nuevamente la Secretaría de la Defensa Nacional por sus atributos es reconocido como Legionario de Honor Mexicano.
Otro revolucionario de Milpa Alta fue el señor Marcos Lozano Flores, quien obtuvo el grado de Capitán primero, de quien tenemos información directa de su nieta Ana Luisa Cotes Centeno, quien muestra con orgullo el documento que la Secretaría de la Defensa Nacional le otorgó el 16 de febrero de 1948 con la Condecoración al Mérito Revolucionario, y el 8 de marzo de 1982 la Secretaría de Programación y Presupuesto lo pensiona como veterano de la Revolución Mexicana.
Así mismo, el pueblo de Tulyehualco se siente orgulloso que sus habitantes estuvieron involucrados en el Ejército Revolucionario del Sur. Entre estos personajes fue el soldado zapatista Carlos Xospa Santillán, donde el bisnieto, el señor Altemar Oldair Espinoza, muestra documentos y fotografías; además, narra la historia oral que ha pasado de generaciones, así como conserva el documento emitido en 1941, donde las autoridades de Xochimilco le reconocen su militancia activa en las filas zapatistas como soldado raso al lado del general Genovevo de la O.

En Tecómitl nos sentimos orgullosos de tener entre sus habitantes a los descendientes del médico homeópata, ministro metodista, al general e intelectual José Trinidad Ruíz Meza, quien se mantuvo fiel al lado del general Emiliano Zapata durante el Movimiento Revolucionario y participante en la redacción del Plan de Ayala el 28 de noviembre de 1911 en Ayoxuxtla. Así lo confirman los documentos y fotografías en resguardo de su bisnieta Mireya Blancas Ruíz y corroborado por su hermano Ernesto Blancas Lievano.
Como muestra de su cercanía con el general Emiliano Zapata y partícipe de la redacción del Plan de Ayala donde aparece en primer lugar su nombre y firma en el documento histórico: El Plan de Ayala. ♦
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* Presidente del Consejo de la Crónica de Milpa Alta.
Agradecimientos
Agradezco al maestro Amador Espejo Barrera de la Ciudad de Ayala, Municipio de Ayala, Morelos, por el obsequio del libro: Guerrilleros y lugares de Zapata.

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