Pancho Villa fue un feminista que mantuvo y educó a todos sus hijos
Por Sergio Rojas
Pancho Villa fue feminista, no representó el estereotipo del macho mexicano significado por borracho, pendenciero y jugador, porque si alguien se casó con todas las esposas que tuvo fue él, y si alguien reconoció a todas sus hijas e hijos y los mantuvo fue él, aseguró Angie Ariadna Villa Villanueva, bisnieta del general Francisco Villa.
«Nunca bebió alcohol y como bien apunta Martín Luis Guzmán en su libro Memorias de Pancho Villa, al también conocido como Centauro del Norte le gustaban las malteadas de fresa, así que cuando defendió a su hermana –del hacendado que la quiso violar–, invadió Columbus e hizo todas las hazañas en las que participó y no las cosas que le achacan, estaba sobrio, porque ni siquiera fumaba cigarrillos, mucho menos marihuana».
Sufrió muchas persecuciones, pero como la historia la escriben los ganadores, es una tristeza que nuestra Ciudad tenga una alcaldía con el nombre de Álvaro Obregón y otra como Venustiano Carranza, en lugar de ser llamadas como Francisco Villa y Emiliano Zapata.
Durante su participación en el foro organizado con motivo de la declaratoria para 2023 «Año del General Francisco Villa, el Revolucionario del Pueblo», así como por los 100 años del asesinato de Villa en Hidalgo del Parral el 20 de julio de 1923, organizado por el Frente Popular Francisco Villa, la especialista en políticas públicas con perspectiva de género y derechos humanos para la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, preguntó ¿quién en esta época reconoce a todos los hijos que tiene por ahí?
Se refirió a la Escuela de Artes y Oficios que Villa tuvo en Chihuahua, donde dio albergue a niños huérfanos, como fue el caso de un grupo de infantes en situación de calle que encontró en una de sus visitas a la Ciudad de México. «Díganme ustedes si eso corresponde a la idea del macho machín que tenemos en la cabeza, que no cuida ni a sus hijos y que menos va a cuidar a otros y de la calle. Allá a estos niños les dio de comer y les dio educación en esa escuela que tenía por nombre Felipe Ángeles».
El Frente Popular y la bisnieta del general
Durante su participación en el foro –y que a partir de éste se llevará a cabo los días 20 de cada mes del año– en un salón de eventos a la orilla del Lago de los Reyes de San Pedro Tláhuac, Angie Ariadna Villa Villanueva dijo nunca haber estado antes en una actividad del Frente Popular Francisco Villa, por lo que agradeció que hayan utilizado el nombre del revolucionario para «nombrarse y reivindicar el derecho humano de vivienda de las personas a tener una vivienda digna».
«Porque no fuera el cartel inmobiliario del partido azul, porque hasta permisos y coludidos notarios públicos estuvieron con éste y ahí sí, nadie les dijo nada. Los felicito y les agradezco la invitación, nunca había tenido un acercamiento con ustedes y, que yo sepa, nadie de nuestra familia lo tuvo antes», reiteró.
Actualización del Código Civil apenas hasta el 2000
Para quien participó en la elaboración de la Ley de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia para el DF –hoy Ciudad de México–, «lamentablemente no podemos decir que la Revolución la ganaron los buenos, pero cuando este país se empezó a construir vivimos más de 60 años de priismo», en alusión a que la gesta armada «no podemos decir que la ganaron los buenos, porque bastante se empeñaron en borrar de la historia tanto a Villa como a Zapata, teniendo más éxito en borrar al primero».
Tras reconocer que si volviera a nacer escogería nuevamente ser descendiente del general Francisco Villa, «aunque es un peso enorme, si no que lo digan las personas que descendemos de esta rama», al hablar de los «hijos regados que los machos tienen por ahí», comentó que «las personas no somos plantitas, pues apenas en el año 2000 se inventó en el Código Civil que se puede demandar la paternidad y el reconocimiento de hijas e hijos con la utilización de la prueba de ADN».
Refirió que «el avance tecnológico de la vida nos permite que hasta ese momento las mujeres podían ofrecer ese tipo de pruebas para decir, ‘este señor que me dejó chiflando en la loma, también es responsable de mantener a sus hijas e hijos’; pero de ese año a la fecha han habido muchos cambios legislativos y muchos avances tecnológicos que nos han permitido una mejor convivencia social».
La mujer y la Revolución
Villa Villanueva recordó que desde la Revolución las mujeres han tenido activa participación en los acontecimientos históricos de la nación, sus tareas fueron un trabajo no remunerado, «unas se dedicaron a dar de comer a los soldados, otras fueron soldaderas y ese ejemplo de participación femenina en la gesta armada es condición sine qua non en todo el mundo; fueron los primeros casos de mujeres en la revuelta social que se tienen documentados en el siglo veinte».
«Hubo coronelas trans que se tuvieron que disfrazar de hombres para participar y ser respetadas porque seguramente en un ambiente de guerra como era la Revolución, también se cometían muchos atropellos en contra de las mujeres, tanto por parte de la población civil como de las soldaderas de la tropa, porque esta base se ha construido con abuso de poder», indicó.
Cómo se conocieron Villa y Austreberta
Angie Ariadna señaló que a su bisabuela Austreberta Rentería –1894-1982–, Pancho Villa no la robó ni la violó, como han afirmado detractores del también conocido como el Napoleón mexicano. «Tengo de su propio puño y letra que ella dijo que no», narró que su bisabuela se lo contó cuando ella estaba «bien chiquita», y abundó:
«Cuando Pancho Villa llegaba a cualquier plaza y yo me lo imagino que como a un rockstar, todas las personas se aglutinaban para verlo, Mi bisabuela narra que ella se abrió paso entre toda la gente hasta llegar adelante y cuando mi bisabuelo la vio, ella era la persona más feliz del mundo que casi se desmaya, entonces se quiso ir con él. Si ella escribió esto es porque fue cierto. Ella ya tenía muchos años de vivir sola como para que nadie la hubiese obligado a escribir una cosa como esa», relató.
«En la hacienda donde ella vivió (Canutillo, Durango), ahí convivieron hijos de ella, hijos de Manuela Casas, hijos de Soledad no se qué –Soledad Seáñez Holguín–, los hijos que Pancho Villa había tenido con sus otras ‘esposas’, entre comillas, y se los dije desde el principio, porque soy abogada, en derecho no se puede casar alguien con 80 mil personas, son ilícitos, pero usualmente Villa lo quiso hacer para darle su lugar a las señoras», apuntó.
«No me consta que se haya divorciado de todas, lo que sí sé es que mi bisabuela está reconocida como la viuda oficial, y a la que invitaban, como después lo hicieron con todos sus hijos, a las ceremonias por el aniversario de la Revolución. Fue la que recibió la pensión por ser Villa un general de división», explicó.
El cambio de nombre
En cuanto a la causa por la que José Doroteo Arango Arámbula cambió de nombre, la maestra Villa Villanueva recordó la versión – «y que en lo particular es la que más me gusta»–, acerca de que un ancestro afectivamente se apellidaba Villa.
Esta teoría señala que una mujer de apellido Arango tuvo amoríos con Jesús Villa, que había pasado de residir en San Gabriel, Jalisco, a San Juan del Río, en Durango, y que de ellos nació Agustín Arango. Aunque este se debió haber llamado Agustín Villa Arango, se desconocen las causas por las que Jesús Villa no quiso darle su apellido y de por qué recibió el apellido de su madre. Agustín Arango Vela contrajo matrimonio con Micaela Arámbula y de ellos nace Doroteo Arango. Finalmente, este último retoma el que su padre le contaba, era su apellido legítimo, para así hacerse llamar Francisco Villa, con la finalidad de ocultar su verdadera identidad.
Las esposas de Villa
Villa «tuvo muchas esposas», mencionó, «pero mi bisabuela es la de la foto donde él está recargado con el hombro en ella, ella es mi bisabuela Austreberta Rentería».
Sus hijos fueron Francisco Villa Rentería (1922-1996), médico militar, y Francisco Hipólito Villa Rentería, abogado (1924-2000).
Francisco Hipólito, de quien es nieta Angie Ariadna, fue el que llamó «último hijo póstumo», debido a que nació cuatro días después del asesinato del general Villa; éste nace el 24 de julio de 1923, «por lo que al estar a días de dar a luz, mi bisabuela Austreberta no asistió a la fiesta en la que emboscaron al general en Parral», comentó.
«A mi bisabuela (Austreberta) sí la conocí, pues murió en 1982, cuando ella yo tenía seis años», rememoró.
«Crecí con mi abuelo Francisco Hipólito Villa Rentería, él fue procurador de justicia en Chihuahua y diputado federal, él murió en enero del 2000, cuando yo tenía 24 años».
Figura «controversial y contradictoria»
En otra parte de su alocución, ponderó el hecho de que Villa haya nacido en Durango y posteriormente fuera gobernador de Chihuahua, «¿díganme ustedes quién puede hacer eso?», preguntó, aunque a partir de la llamada «cuarta transformación», un futbolista que nació en la Ciudad de México es actualmente gobernador del estado de Morelos.
Figura «controversial y contradictoria», dijo, ahora tendríamos un mundo distinto «si nos hubieran enseñado la real figura del general Francisco Villa, pero pienso que no le convenía a los políticos de entonces difundir la imagen de un personaje que fue un buen amigo, leal y justo, con la franqueza de las personas del norte, que siempre le dio su lugar a Emiliano Zapata y que lloró –cuando más se decía que los hombres no lloraban– en el funeral de Francisco I. Madero» (sic) –fue en el funeral de Abraham González–.
«Le gustaban mucho las mujeres, pero a ninguna la dejó sola chiflando en la loma, porque si le hizo ocho hijitos, a los ocho los reconoció, les dio escuela y los mantuvo», finalizó la ponente, no sin antes recordar que su exposición se había dado el Día de la Justicia Social.
Al término del foro, Alejandro López Villanueva, dirigente del Frente Popular Francisco Villa, entregó un reconocimiento a la bisnieta del general Francisco Villa por su participación, junto con el profesor Manuel Garcés Jiménez, presidente del Consejo de la Crónica de Milpa Alta. ♦
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El dato:
Francisco Villa se habría casado hasta 75 veces, pero esto es imposible de comprobar y sólo algunas de sus mujeres reclamaron ser sus legítimas esposas: Luz Corral, Juana Torres, Pilar Escalona, Asunción B., Austreberta Rentería, María Amalia Baca, Manuela Casas, Soledad Seáñez Holguín y María Anaya.
Revista Nosotros 
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