San Salvador Cuauhtenco, tierra de exquisita barbacoa y grandes peras
Por Eugenio R. Ramírez Retana | Revista Nosotros Núm. 83 | Agosto de 2005
Casi en plena sierra del Cuhauhtzin, en la delegación Milpa Alta, se encuentra ubicado el poblado de San Salvador Cuauhtenco. Su clima, suelo y situación geográfica dan como resultado que mantenga una tierra pródiga para el cultivo de una variedad de granos, forrajes y frutas, de entre las que destacan la manzana, el ciruelo, el tejocote, el capulín y las peras, entre otros deliciosos frutos.
Para los habitantes del Distrito Federal, San Salvador Cuauhtenco se encuentra al sureste del Valle de México, colinda al norte con San Bartolomé Xicomulco y la delegación Xochimilco, al oriente con San Pablo oztotepec, al poniente nuevamente con Xochimilco y la delegación Tlalpan y, al sur, con el estado de Morelos.
Su nombre nos remonta a nuestra lengua original, el náhuatl, porque Cuauhtenco quiere decir «en la orilla del bosque», lugar donde el trabajo va de la mano de la convivencia entre sus habitantes, y donde al año se celebran varias fiestas, tanto cívicas como religiosas.
Entre las fiestas de carácter religioso sobresale la fiesta patronal, la cual se lleva a cabo el seis de agosto en honor al Divino Salvador, y con esa misma algarabía se festeja el dos de febrero el Día de la Candelaria.
Por lo que corresponde a las fiestas de carácter cívico-popular sobresale la fiesta del dos de octubre, día en que se rememora la llegada del agua potable, festividad que se remonta al año de 1934 cuando la población empezó a disfrutar del agua entubada, la cual llegaba desde varios kilómetros de distancia, donde se encontraba el paraje Monte Alegre, muy cercano al Cerro del Ajusco. Para la rememoración de «la llegada del agua» se realizan diferentes eventos como carreras de atletismo de montaña, adornos y concursos de hidrantes, desfile de alumnos de los planteles educativos y, en estos últimos años, ha tomado cada vez más fuerza la Feria de la Barbacoa y el Concurso de la Pera.
San Salvador Cuauhtenco se caracteriza por estar asentado en un lugar privilegiado, lo que le permite tener una zona rica en pastizales y para la siembra de todo tipo de forrajes, por lo que es productor en grandes proporciones de ganado ovino, de ahí que sus habitantes desde hace ya muchos años se dediquen a la barbacoa preparada en horno de hoyo, tradición que se ha conservado de generaciones, lo que permite que se deguste de tan rico platillo de carnero criollo.
La Feria de la Barbacoa y el Concurso de la Pera tienen relativamente poco tiempo de realizarse, incluso con algunas interrupciones, pero se toma como fecha de referencia el año 2000 cuando ambas actividades tuvieron mayor formalidad.
Se tiene conocimiento entre la población de Cuauhtenco que el creador del Concurso de la Pera fue el señor Santos Ramírez Rojas, entonces subdelegado (hoy coordinador de enlace territorial) en esa comunidad, quien le dio impulso al ver que la mayoría de los vecinos tenían en sus casas uno o varios árboles de esa exquisita fruta. El concurso tuvo solamente una suspensión y se debió a que a la comunidad llegó un coordinador de enlace territorial impuesto por Juan Nicasio Guerra, entonces delegado de Milpa Alta.
Entre las personas de Cuauhtenco que han obtenido los primeros lugares en dicho concurso al presentar la pera más grande de la temporada, se encuentran la señora Catalina Gómez (2001), el profesor Aquiles Lozada (2002), el señor Librado Gervasio (2003), y el año pasado el señor Ernesto Jiménez, quien presentó una enorme pera de 865 gramos de peso.
Al no contar con el apoyo del actual jefe delegacional, Cuauhtémoc Martínez Laguna, los organizadores del concurso han pedido la colaboración tanto de vecinos como de comerciantes del pueblo, así como despensas para los triunfadores, que les sirva de estímulo para continuar con el cultivo de la pera.
Fue en el año de 2001, con Javier Rentería como coordinador de Enlace Territorial, cuando comenzó a dársele promoción a la Feria de la Barbacoa, lo que fortaleció también el Concurso de la Pera. El concurso da inicio formal desde que se emite la invitación a cada uno de los productores de pera, continúa después con la publicación de la convocatoria y culmina el 12 de octubre cuando se realiza el certamen, a la vista del jurado calificador, cuyos integrantes pesan delante de la población cada una de las frutas.
Para culminar con dicho certamen se reparten peras entre el público asistente, siendo la delicia de chicos y grandes, quienes disfrutan de tan delicioso manjar cultivado en tan peculiar población. ♦
- Profesor nativo de San Salvador Cuauhtenco e integrante del Consejo de la Crónica de Milpa Alta, AC


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