El transgénico, genocidio cultural; 4 empresas controlan mercado de semillas
Por Manuel Garcés Jiménez
Quinta de seis partes
El maíz como alimento, es un producto ecológico y social. Existe en relación con otros alimentos, que varían según las condiciones regionales y las culturas. Siempre hay un contexto socio-histórico en el que el maíz forma parte de tradiciones milenarias, adaptadas a las realidades del México actual.
Esta gran sabiduría puede expresarse de muchas formas: mitología, cuentos y leyendas, poesía, la enseñanza a los jóvenes que se inician en la producción del maíz y, sobre todo, la práctica de su cultivo.
La importancia del maíz como sustento básico de la vida y la cultura mexicana no es un descubrimiento científico reciente. Es un conocimiento popular que data de muchos siglos y no es menos verdadero; se expresa en relaciones, tradiciones, cuentos y leyendas y no constituye sino otro modo de comunicar un conocimiento objetivo aunque con muchos distintos a los de la investigación convencional, el conocimiento popular, la experiencia inveterada de cientos de generaciones obtiene resultados similares, muchas veces mejores y más adaptadas a las condiciones concretas.

Esta es una relación propia del altiplano. Se refiere a la creación del mundo y de los hombres y narra un claro proceso evolutivo, en el cual el maíz desempeña un papel principal.
Los norteamericanos históricamente se han caracterizado por incrementar sus intereses económicos sin medir consecuencias de explotación humana y de recursos naturales, llegando a medidas extremas hasta conformar lo que conocemos actualmente; el neoliberalismo. Al respecto tenemos un selecto grupo de capitalistas grandes beneficiarias del comercio del maíz transgénico.
«Los Estados Unidos es el mayor productor de maíz en el mundo donde la gran mayoría de los que producen el grano básico no son los principales beneficiarios de los 384 millones de toneladas que se cosechan anualmente, ni de la exportación anual a México de 17 millones de toneladas de este maíz con un valor de casi 5 mil millones de dólares ya que las ganancias y el control se concentran en unas cuantas megaempresas trasnacionales que, en efecto, son dueños del maíz en el mercado mundial»[1].
Actualmente, el maíz es el cultivo comercial más grande en Estados Unidos, en los estados de Iowa, Illinois y Nebraska son las áreas de mayor producción.

En conversaciones con los granjeros de Norteamérica, argumentan son ellos quienes asumen los costos y riesgos del cultivo básico, y las megaempresas como Cargill, Bayer (dueña de Monsanto), ChemChina, Cortiva y Limagrain son las que concentran las grandes ganancias de este sector.
El maíz es el cultivo comercial más grande, participan unos 300 mil granjeros, más unos 150 mil empleados a sueldo en ese sector. Así, sólo unas 450 mil personal de los 2.6 millones en total que trabajan en la agricultura en Estados Unidos se dedican al cultivo de maíz.
Al respecto, John Hansen, presidente en Nebraska de la Unión Nacional de Granjeros, indica que: «Cuatro empresas controlan 85 por ciento del mercado de semillas de maíz. Cuatro controlan 84 por ciento del mercado global de herbicidas y pesticidas. Granjeros tienen que vender sus cultivos a las mismas cuatro empresas que controlan 82 por ciento del procesamiento de soya y 84 por ciento de la molienda de maíz», explica Hansen.
«Es por ello que Hansen y la Unión Nacional de Granjeros han estado promoviendo reformas de mercado en Estados Unidos, incluyendo desmantelar el poder de monopolio de estas grandes empresas que por ahora son las que controlan la producción y comercio de los granos básicos y otros productos agrarios tanto aquí como en México».[2]

La decisión de Norteamérica contra la prohibición de México al maíz transgénico es un triunfo para los granjeros estadounidenses, que han padecido una caída de precios y son explotados por conglomerados que controlan un sector sostenido en parte por subsidios del gobierno.
Por otro lado, Stu Swanson, presidente de la Asociación de Cultivadores de Maíz de Iowa, coincidió: «Los granjeros dependen mucho del comercio y las exportaciones a México».
Los granjeros de nuestro vecino país del Norte produjeron aproximadamente 15.3 mil millones de bushels (un bushel es equivalente a 36.37 litros métricos) en 2023, y 12 por ciento de ese total exportado. México es, por mucho, el principal comprador de maíz estadounidense, al concentrar 40 por ciento de las exportaciones de maíz de Estados Unidos, unos 733 millones de busheles.
Actualmente, los agricultores siguen siendo un sector poderoso que, en medio de una feroz lucha por el presupuesto, logrando obtener otros mil millones de dólares en subsidios federales y 20 mil millones de dólares en asistencia ante inundaciones y sequías (adicionales a los 21 mil millones de dólares ya obtenidos).
De todo lo sucedido, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo hace un llamado a los legisladores federales de la actual 66 Legislatura, a fin de apoyar una iniciativa consistente en elevar a rango constitucional la prohibición de la siembra de esa semilla genéticamente modificada, en el sentido de que el nuestro es un símbolo universal del país, ya que representa biodiversidad y cultura, por lo cual todos los mexicanos a lo largo y ancho del territorio estamos obligados a protegerlo.
Resumimos, que después de cinco análisis, por lo que nuestro país perdió la disputa sobre el maíz transgénico que interpuso Estados Unidos del T-MEC dado a conocer en su informe final, el panel internacional concluyó que las medidas que aplicó la autoridad mexicana en 2023 contra el grano genéticamente modificado violan el acuerdo comercial al «No sustentarse en bases científicas», por lo que se deben levantar las restricciones a las importaciones mexicanas de ese producto.
Concluimos que por ningún motivo se siembre este maíz transgénico en nuestro campo mexicano, ya que esta semilla contamina otros cultivos, lo que provocaría una pérdida de biodiversidad en nuestro suelo mexicano. El maíz transgénico es un genocidio al campo y a nuestra cultura.
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* Presidente del Consejo de la Crónica de Milpa Alta.
Bibliografía:
Revista Agromundo. «La voz de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR)». Núm. 2, octubre de 2024.
Periódico La Jornada del sábado 21 de diciembre de 2024; domingo 22 de diciembre de 2024 y lunes 23 de diciembre de 2024.
[1] Así lo documenta Jim Cason y David Brooks, corresponsables del periódico La Jornada en Estados Unidos.
[2] Periódico La Jornada, sábado 21 de diciembre de 2024.

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