Reconocimiento a las tradiciones y culturas indígenas en Milpa Alta
Por Manuel Garcés Jiménez
Hablar de la cultura se refiere a las formas particulares en que los habitantes de un lugar determinado le dan significado tanto a su entorno como a lo que hacen en él por salvaguardarlo. Por eso, hacer cultura es un acto humano que se realiza todos los días, pues a cada una de nuestras acciones siempre le otorgamos un significado histórico.
La identidad de un grupo social se debe necesariamente a la cultura donde se teje la vida cotidiana, en su quehacer diario es articulado directamente con su entorno, es decir, a la manera como se organiza, nombra y da forma al espacio donde se habita, así como con el modo en que se inserta la vida a través de los calendarios que marcan el tiempo de trabajo y los momentos del día en los que cada actividad está ordenada. Por ello, tiempo y espacio son elementos centrales de la cultura y de la reproducción de la identidad de los grupos sociales.
Por ende, la cultura no es algo estático, es un proceso histórico que sufre cambios con el paso del tiempo, importantes acciones sociales ya sea para bien o para mal.
Por ello, sostenemos que la cultura es producto de un largo proceso histórico donde los milpaltenses tenemos como pauta el México prehispánico que fue transformado a partir del siglo XVI con la llegada de los españoles, por lo que nuestro entorno es lo que actualmente vemos y lo vivimos.
En éste sentido, reproducimos cultura cada día, casi siempre sin darnos cuenta. Estas acciones culturales adquieren un sentido más amplio manifestándose en leyendas, fiestas patronales, ferias regionales como la del mole, el maíz en Tlacotenco, la nieve en Tecómitl, la barbacoa en Cuahutenco, los globos de Cantolla en Ohtenco. Los rituales como el baño de temazcal, aunado a las tradiciones como las mujeres tlacualeras y otras actividades cotidianas: mitos, cuentos, leyendas y celebraciones cívicas, donde se pone en juego de manera única y especial todo lo que somos y en lo que creemos. Por eso el espacio festivo es un lugar privilegiado para observar y valorar lo nuestro que nos cohesión e identifica.

En todo este proceso los habitantes jugamos el papel de ser productores y reproductores de nuestra propia cultura.
Ahora bien, ¿cuáles son las características que hacen de la Alcaldía Milpa Alta sea un espacio tan peculiar?, ¿De qué manera se distingue de otras demarcaciones de la Ciudad de México?, ¿Por qué y cómo cambio? y ¿Por qué sigue cambiando su arquitectura ancestral y la conservación del paisaje verde de las 27 mil hectáreas de monte comunal?
La riqueza de nuestros antepasados: sus vivencias, sabiduría, conocimiento, creaciones, cultura y la lengua del náhuatl, es lo que debemos preservar los milpaltenses de hoy y futuras generaciones. Esto será responsabilidad nuestra de valorar, hacer conciencia del legado de nuestros antepasados y de transmitirlo a los hijos, nietos, bisnietos, tataranietos y choznos para que nunca se olvide quiénes somos.
Una de nuestras identidades es la rama del conocimiento que estudia y describe los nombres en náhuatl, es el análisis idiomático de las partes que la forman: prefijos, infijos, raíz y posposiciones locativas que reciben el nombre de topónimos, con el que se mencionan a los pueblos, parajes, montañas, ríos, lagos, barrios.
Es la toponimia el estudio científico de los nombres propios de lugar, en base a su conformación morfológica y a sus características naturales que determinan su significado ancestral.
En Milpa Alta, para satisfacción histórica, sin devaluar la enorme importancia que tiene en nuestro mosaico cultural con otras lenguas que a través del tiempo han existido en nuestro país, un buen porcentaje muy elevado de los nombres propios de los doce pueblos con su riqueza natural.
En el proceso lingüístico tenemos los jeroglíficos. Desde tiempos pre-hispánicos se ha usado como escritura dibujada, pintada o grabada, y que aun sin conocer su denominación el Tlacuilo (escribano o pintor) formó con imágenes creadoras, acciones y actividades a la altura de arte; utilizando el jeroglífico para expresar el contenido de ideas y para designar el nombre propio de un lugar como se ha mencionado anteriormente.

Cabe señalar que Milpa Alta se encuentra en la zona denominado serranía Chichinautzin asentada en volcanes monogenéticos en cuya atmósfera es tenue ofreciendo un colorido diferente y mucho más versátil para los amantes de la naturaleza.
El caso singular es el estadio natural convertido en cancha de futbol como el volcán de San Miguel en el pueblo de Santa Ana Tlacotenco. Otro caso es el poblado de San Bartolomé Xicomulco que se encuentra asentado sobre un enorme cráter, de ahí su significado «en la hermosa hondonada» su glifo, un molcajete dando a entender de ser un cráter.
Cabe señalar que los poblados de Milpa Alta se encuentran asentados en las faldas de la sierra del Chichinautzin[1] conocida como Corredor Biológico Ajusco~Chichinautzin que mantiene una longitud aproximada de 120 hectáreas en zona de volcanes monogenéticos donde aparece viva la lengua náhuatl en sus nombres: El Tláloc (Yeyecatepetl) de 3,620 m., Cuahutzin de 3,510 m., Tetzacuatl de 3,310 m., Copixco de 3,310 m., Piripitillo de 3,160 m., San Bartolo de 3,220 m., Comalera de 3,260 m., y el Tecmalao; y el Tecahuazac, Ocotecatl, Tulmiac, Ayauquemetl y Tochuca de 2,550 m.
El Teuhtli, el «Gran Señor», de 2,719 m., y su singular e histórico cráter[2], aparece a un costado, al oriente la loma «Yeteco». Por su posición geográfica y altura, el cráter fue utilizado durante el México prehispánico como centro religioso por los Cuatlepanques (los voladores del palo).
Finalmente, recordemos el pueblo de Tlacotenco, donde el señor Hermilo Arellano localizó de manera accidental, en el invierno del 2011, los molares de un mamut cubierto hace 16 mil años con las cenizas del volcán San Miguel[3]. ♦
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* Presidente del Consejo de la Crónica de Milpa Alta.
Tema expuesto en el Foro «Reconocimiento a las Tradiciones y Culturas de los Liderazgos Indígenas», celebrado el día viernes 14 de marzo del 2025 en la H. Cámara de Diputados, LXVI Legislatura.
Bibliografía:
Chichinautzin, Condiciones actuales y perspectivas. Edit. Universidad Autónoma de Morelos, Gobierno del Estado de Morelos, México, 2010.
[1] En Milpa Alta tiene una altura de 3,490 msnm.
[2] En el cráter fue escenario en tiempos prehispánicos la ceremonia del Palo del Volador denominado Cuahutepantle.
[3] Estudios interdisciplinarios sobre un mamut y su contexto.

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