Milpa Alta, tierra del mexicanísimo nopal en el Valle de México

• En la que también es conocida como la delegación del mole, más de medio millón de hectáreas son dedicadas al cultivo del nopal

Revista Nosotros, Núm. 16 | Mayo de 1999

Si la planta del nopal figura en el escudo nacional y, de hecho, se le puede encontrar en todo el territorio mexicano, en el Valle de México la tierra de los nopales es Milpa Alta. Ahí los tacos placeros con nopalitos son únicos.

Para el ciudadano común que muchas veces prefiere aprovechar los fines de semana para llevar a la familia de paseo a Chapultepec o La Marquesa, Milpa Alta se ofrece como una grata e interesante opción. El citadino poco dado a la aventura, presupone que Milpa Alta, por ser la delegación más remota del centro de la ciudad, está lejísimos de su concepción citadina. Sin embargo, llegar a Villa Milpa Alta o San Pedro Atocpan está a tiro de piedra del centro de Xochimilco.

El 60 por ciento de la población milpaltense se dedica al cultivo de la mexicanísima y nutritiva planta. Quien no conoce la procedencia de los nopales que degusta algún fin de semana o en diversos y variados guisos cualquier día del calendario en alguna fonda (que se precie de serlo) o restaurancito de comida típica de la gran capital de la República, de plano, no conoce Milpa Alta, conocida como La Asunción Milpa Alta durante la época independiente, o Milpas de Xochimilco en la Colonia, y Malacachtepec Momochco hasta antes de la llegada de los españoles.

Por diversos motivos al nopal, en los exclusivos restaurantes, suele hacérsele el feo. Quizá porque desde siempre uno se ha acostumbrado a ver el nopal en la mesa de los pobres. Pero son vitamina pura. Si no, habrá que preguntarle a los japoneses, a los que no les preocupa que el nopal tenga más de 15 días de cortado cuando llega al lejano oriente y, por ese motivo, ya no tiene las cualidades proteínicas que tanto nutren a quien lo consume a las pocas horas de haber sido cosechado.

En la que también es conocida como la delegación del mole, más de medio millón de hectáreas son dedicadas al cultivo del nopal. Todo comenzó allá por la década de los 30 cuando alguien tuvo la idea de cultivar el nopal en los terrenos pedregosos a los que se les pone abono de ganado vacuno, porque el otro no le sirve.

El cultivo del nopal es una actividad muy redituable. Eso ha permitido la generación de fuentes de empleo y propiciado el ingenio y creatividad de sus habitantes, gente muy emprendedora y laboriosa, que en su tiempo libre se dedica a la organización de sus tradicionales fiestas. Y es que la preservación de sus tradiciones y costumbres es algo muy importante para los milpaltenses orgullosos de su historia. No por nada ahí tienen lugar más de 700 festividades al año. ♦

Portada de la Revista Nosotros número 16 correspondiente al mes de mayo de 1999

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