Facetas por fortalecer para tener una buena vida como jubilados / 3a edad

• Evidentemente debemos, mediante el conocimiento que se va adquiriendo al informarnos cada día más, desarrollar la capacidad de saber seleccionar la buena información

Por Efrén Camacho Campos

El propósito del periodismo esencialmente es la acción de documentar hechos y darles contexto, a efecto de compartirlos como información de interés público, que apoye a las personas en el proceso de toma de decisiones, en cualesquier faceta de la vida. Evidentemente, para ello no solamente basta saber escribir, es necesaria la formación académica y muchas lecturas, por señalarlo de manera sucinta. Sin embargo, con el advenimiento y operación de las llamadas redes sociales, pensaría que toda persona con acceso a ellas y, obviamente, con el deseo de compartir información, está contribuyendo a que la gente esté mayormente expuesta a lo que sucede en su entorno y, en consecuencia, tenga mayores elementos por participar en las cuestiones públicas.

Sucede, como lo que hace tiempo compartí acerca de la fotografía (Revista Nosotros, «El instante decisivo en la fotografia», 12 agosto de 2017), en el sentido que «es cotidiano ver a la gente tomando fotos con su celular, de pie, en el autobús, en la bicicleta, en el automóvil», por lo que ahora podríamos suponer que con la telefonía celular casi todos somos fotógrafos, desplazando a los estudios fotográficos que, en el pasado, por ejemplo, eran bastante concurridos; sobre todo en época de inscripciones escolares. En la actualidad, uno se toma la fotografía en el tamaño deseado y luego se imprime en papel fotográfico, el cual se puede adquirir en cualquier papelería del rumbo o, bien, se acude a algún establecimiento farmacéutico y por $37.00 pesos, se obtienen, en tan solo quince minutos, un juego de cuatro fotografías tamaño infantil, más una de obsequio en tamaño 15 x 10 centímetros de muy buena calidad.

Pues bien, regresando al tema de que diariamente estamos expuestos a una gran cantidad de información, evidentemente debemos, mediante el conocimiento que se va adquiriendo al informarnos cada día más, desarrollar la capacidad de saber seleccionar la buena información y, por consecuencia, discriminar aquella que en nuestros días se consideran noticias falsas.

Dejando de lado los noticieros tradicionales de televisión y radio, como dijera Noam Chomsky, porque «la función de los medios de comunicación no es informar, sino persuadir y controlar» (Noam Chomsky: ¿Cómo los medios nos controlan?, Bloghemia, abril 30, 2024)_, sobre todo ahora que las corporaciones propietarias de la mayoría de los medios masivos, han dejado de percibir las grandes ganancias, toda su narrativa es tendenciosa al tratar de desacreditar al actual gobierno en el poder y para muestra basta un botón, analicen el contenido de las noticias que día y noche repiten los comunicadores de TVAzteca, Imagen TV y de Televisa, ni qué decir. Han de decir a modo de justificación, ¡si ya nos conocen, para qué nos ven!

Ante el panorama descrito, estoy cierto que la telefonía celular –se calcula que en México hay alrededor de 123.8 millones de celulares inteligentes en operación–, con sus diversas monerías, ha dado pie a un nuevo periodismo segmentado, asequible a la mayoría de la población. Por segmentado pienso en las diversas secciones de los periódicos tradicionales; pero en este caso, el de las redes, visualizo a los usuarios en función de sus edades y, especialmente, en sus gustos y preferencias musicales, de lectura, cuestiones lúdicas y en el sinfín de posibilidades que se encuentran en las mencionadas redes sociales.

En el caso particular, señor de las siete décadas, mucho de lo que se comparte proviene de gente contemporánea, entre ellos, amigos de la infancia, compañeros de trabajo, amigos de la universidad, y es por eso que diariamente disfruto poemas y pensamientos alusivos, en primer lugar, a la suerte de seguir vigentes en esta dimensión y, sobre todo, a las épocas vividas hace tiempo (juegos, películas y música, entre otras cuestiones) y consejos para seguir conservando la salud y lo que se debe realizar para ello.

Es por esto que quiero compartirles, en forma de esquema, el contenido de un video que alguien transfirió a través de una de las redes y que, en mi percepción, es de una riqueza intangible que se puede trocar en tangible, si tenemos la oportunidad de vivirla tal y como se recomienda.

Considero que es necesario hacer una precisión respecto a los elementos de la tabla en cuestión, estos hábitos son aplicables a cualquier persona adulta mayor y no solamente a los jubilados; asimismo, considero que vale la pena practicar el bricolaje (trabajos del 1000 usos), el baile, la lectura, la escritura y, sobre todo, la transferencia de conocimiento a personas jóvenes, a efecto de no llevarnos a la tumba todo ese activo intangible almacenado en nuestras cabezas. Espero resulte de interés la lectura de esta colaboración. ¡Hasta la próxima! ♦