Preocupados por la recuperación del lobo mexicano se reúnen en la CdMx
El lobo mexicano, la subespecie más pequeña de lobo en América, fue exterminado en vida libre debido a campañas de erradicación vinculadas a conflictos ganaderos desde la década de los años cuarenta del siglo pasado. Para 1976 fue declarado «Extinto en vida silvestre», mismo año en el que fue incluido en el Acta de Especies en Riesgo de Estados Unidos, lo que obligó al desarrollo de un programa binacional de recuperación. Desde entonces, ambos países han trabajado conjuntamente en su reproducción y reintroducción.
Por lo anterior, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, a través de la Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, participó en la XXXl Reunión Binacional del Programa para la Recuperación del Lobo Mexicano (Canis lupus baileyi), la cual se llevó a cabo en el Centro de Conservación de la Vida Silvestre de Chapultepec.

Dichas reuniones se realizan de forma anual, con sedes alternas entre México y Estados Unidos, en las que se congregan especialistas en el tema del lobo mexicano, a fin de actualizar la información relacionada con el análisis genético y poblacional del programa, análisis de la situación in situ de las poblaciones, así como lo relacionado a su reproducción y reintroducción de esa especie emblemática en peligro de extinción.

El programa permite la colaboración entre zoológicos, centros de conservación y agencias ambientales de México y Estados Unidos. En tanto que la Sedema, a través de sus tres Centros de Conservación –Chapultepec, San Juan de Aragón y Los Coyotes– ha sido parte fundamental de la recuperación del lobo mexicano desde 1978, al registrar el nacimiento de 200 crías bajo cuidado profesional.
Durante la Reunión Binacional fueron evaluados ejemplares con potencial para reproducción y reintroducción, y los especialistas pudieron compartir avances en cuanto a análisis de genética, comportamiento y percepción social se refiere, aspectos fundamentales para asegurar la viabilidad a largo plazo de la especie.
Con estas acciones, la Sedema de la Ciudad de México reafirmó su compromiso con la conservación de la biodiversidad y el trabajo colaborativo para la protección de especies prioritarias como el lobo mexicano. ♦

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