El transporte de pasajeros en Milpa Alta, del microbús al cablebús
Por Manuel Garcés Jiménez*
Tercera y última parte
El 4 de septiembre de 1969 pasa a la historia de la Ciudad de México con la entrada en servicio del Metro con la línea 1 del Sistema de Transporte Colectivo, convirtiéndose en la trigésima novena ciudad del mundo con un tren subterráneo. Años después entra en servicio la Línea 12 del Metro, conocido como Línea del Bicentenario, el cual corre de Tláhuac a Mixcoac.
A los cuatro años de su construcción, se puso en operación el 30 de octubre de 2012, prestando su servicio a cientos de usuarios de las alcaldías de Tláhuac y pueblos de Milpa Alta, agilizando la movilidad de pasajeros apoyado con microbuses, autobuses y taxis con «…la introducción de taxis en sus dos modalidades (con itinerario fijo y los libres) aumentaron de 16 mil 525 unidades en 1970 a 64 mil 53 en 1992»[1].
En la década de los años 60, el sistema vehicular de la Ciudad de México fueron bautizados con nombres de animales por su tamaño y color. A los camiones amplios de pasajeros se les conoció como las «ballenas». Otros, por tener la frente singular de un cetáceo, fueron los autobuses «delfines». También circularon los taxis «cocodrilos», así llamados por poseer una franja a su alrededor con triángulos equiláteros, dando la apariencia de la mandíbula de anfibio, y los taxis «cotorras» por su color verde y ondulaciones en su alrededor.
Durante la época Neoliberal, «de 1982 a 1984 fue tal la insuficiencia de autobuses y la baja calidad del servicio, surgiendo sin bases reglamentarias adecuadas, pero por necesidad toleradas, aparecieron las combis», con capacidad de nueve personas sentadas, misma que fue rebasada hasta con 21 pasajeros, apretados (como sardinas) con la música estridente, lo que le hizo un transporte altamente inseguro y peligroso, como las de la Ruta 29 (en la región de Chalco), que parten de San Antonio Tecómitl al Municipio de Chalco con la discriminación en prohibir a mujeres de la tercera edad y de cuerpo voluminoso, el no ocupar el asiento delantero.
Como consecuencia natural del explosivo crecimiento social, entre los años de 1986-1987 surgieron los minibuses llamados «microbuses», vehículos con tecnología camionera con distintos ramales y una longitud inicial de aproximadamente de 12.5 kilómetros. Actualmente siguen circulando y en su mayoría se encuentran desaseados, lentos y con el volumen estridente de música rapera con el cobro de 6 pesos para las distancias cortas.

Recordamos los inicios de la década del 70 con la introducción de los autobuses foráneos conocidos como los «Somex», que cubrían los pueblos y colonias del Metro Taxqueña al centro de Milpa Alta, con un precio de 6 pesos por viaje largo, pero su estancia fue efímera.
En la década de los 90 circularon los trolebuses del Metro Taxqueña a la entrada al boulevard de Milpa Alta, vehículos eléctricos que fueron retirados por circular en estrecha carretera y su lentitud en las pendientes, ocasionando una cauda de vehículos detrás de ellos. Su circulación fue de pocos años.
De los doce pueblos que conforman la alcaldía de Milpa Alta, es Tecómitl el nudo de congestionamiento porque aquí atraviesan tres distintas rutas de RTP.
- Del Metro Tláhuac a Milpa Alta.
- Del Metro Taxqueña a San Nicolás Tetelco, y
- De Taxqueña a Mixquic, con operadores profesionales al volante, con la debida atención a los pasajeros y paradas exclusivas.
Actualmente vemos circular pocos RTP, de color amarillo, del Metro Tláhuac, cubriendo los pueblos de Tláhuac a San Nicolás Tetelco, y de Milpa Alta, con tarifa de 2 pesos, y con cortesía para los adultos mayores de edad.
En Tecómitl atraviesan cuatro rutas de combis, microbuses y autobuses. Las combis de la Ruta 21 que parten del Cetram del Metro Tláhuac a Milpa Alta; la Ruta 30 de microbuses y combis que parten de dicho Metro a Milpa Alta. Las combis de la Ruta 50 de Tecómitl a Chalco y la Ruta 29 de combis de la región del Municipio de Chalco, estado de México.
En toda la Ciudad de México y en los pueblos del sureste circulan taxis de sitio con el toldo color rosa con blanco. En Milpa Alta con el «Sitio los Nahuales» con 200 unidades aproximadamente, y el «Sitio los Galgos» con alrededor de 500 unidades; ambos trabajan las 24 horas.
Ante el crecimiento de la población y la proliferación de parajes en los alrededores de los pueblos, esto ha dado lugar a la propagación desmedida de taxis y combis piratas, que llegan hasta los más intrincados lugares. Los caracteriza su suciedad y desorganización, además del cobro desmedido del pasaje. Por fortuna, en toda la alcaldía no existen los bicitaxis ni mototaxis.
Existe la ruta de camiones de color morado denominados Motoxcomitl, del corredor 25 de la Ruta Milpa Alta-Metro Taxqueña, con el pago con tarjeta de 8 pesos por viaje.
Actualmente, el transporte público es un caos para poder llegar al Metro Tláhuac, es por ello que el día 17 del mes en curso la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, dio a conocer públicamente en la Plaza de la Corregidora de Tecómitl la instalación de la línea 6 de transporte del CablebúsTláhuac-Milpa Alta,con siete estaciones a partir del Metro Tláhuac, continuando por las siguientes paradas: Juan Palomo (en el centro de Tláhuac), Santiago Tulyehualco, San Juan Ixtayopan, San Antonio Tecómitl, San Francisco Tecoxpan y el centro de Villa Milpa Alta. Con este medio se tendrá un transporte aéreo que acortará el tiempo de traslado de los habitantes de los pueblos de Milpa Alta a la ruta del Metro Línea 12. ♦
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* Presidente del Consejo de la Crónica de la Alcaldía de Milpa Alta y secretario de Cronistas Cabildos de la Ciudad de México.
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Tema expuesto en el XIX Encuentro de Cronistas del Sur en la Casa del Virrey Antonio de Mendoza, situada en Calle Juárez 15, esquina Victoria, en el corazón de San Agustín de las Cuevas, Tlalpan.
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Bibliografía:
Manuel Perló Cohen, Sandra Murillo López. ¿Qué opinan los usuarios de la nueva Línea del Metro? UNAM, México, 2014.
[1] Ibídem
¿Quién es Manuel Garcés Jiménez?

Manuel Garcés Jiménez. Nativo de San Antonio Tecómitl, fundador y presidente del Consejo de la Crónica de Milpa Alta de 2002 a la fecha, ha sido vicepresidente de la Asociación de Cronistas de la Ciudad de México durante dos períodos, participando en cinco libros: Memorias, 5a Reunión Nacional, La Ciudad de México y la Revolución en 1914, Tlacuilos (crónicas sobre los barrios del Distrito Federal), Lo que en el corazón está, en la boca sale (crónicas acerca del patrimonio intangible de la Ciudad de México), y 690 años de la Ciudad de México (memoria del Primer Congreso de Crónica).
Fue nombrado Custodio Voluntario del Patrimonio; en 1992 obtuvo el primer lugar (por Tecómitl) en el concurso Historias de mi Pueblo, coordinado por el Centro de Estudios Históricos del Agrarismo en México (CEHAM). Colaborador en periódicos como Excélsior, El Sol de México y El Azotador; y en revistas como Nosotros, Rescate Ecológico, Xochimilco Ayer y Hoy y Crisol Mágico. Es autor de los libros Conoce la historia de México I, y El zapatismo en Milpa Alta, del Chichinautzin al Zócalo. Ha dictado varias conferencias en distintas delegaciones de la Ciudad de México.

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