Dan a conocer significado del gran friso de Atzompa

Se trata del texto de escritura zapoteca más largo explorado y registrado en el Valle de Oaxaca del Clásico Tardío (600-900 d.C.)

El poder político, económico y social que tenía Atzompa dentro de la organización de la capital zapoteca, Monte Albán, en el periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.), y las importantes relaciones que establecieron con la región Mixteca, son algunos de los detalles develados en la reciente interpretación iconográfica del gran friso hallado hace tres años, en ese conjunto monumental de la región de los Valles Centrales oaxaqueños.

Ejemplo de la escritura zapoteca de esa época, elaborado en altorrelieve sobre piedra caliza y estuco, el friso de la Casa del Sur cuya longitud del segmento mejor conservado descubierto hasta ahora es de 15 metros, hace de este texto de escritura zapoteca el más largo explorado y registrado en el Valle de Oaxaca.

Casa de Oriente. Zona Arqueológica de Atzompa. Fotografía Héctor Montaño

«Contiene una serie de glifos característicos de la iconografía zapoteca y mixteca, entre los que destacan el del año mixteco Lagarto (Chila) y algunos numerales, personajes con la voluta de la palabra, además de la representación de un quetzal, entre otros elementos», señaló la arqueóloga Nelly Robles García, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

«Los glifos son alusiones al poder en la ciudad, a la protección sobrenatural y a un tiempo sin tiempo. Por la ubicación, sabemos que se trata de un mensaje o discurso de poder, asociado al uso-función del espacio de esta residencia, mensaje que podía ser visto al transitar por la calle que define la vialidad entre el Juego de Pelota principal del sitio y la Plaza Ceremonial A», explicó.

Otro ángulo de la Casa de Oriente. Fotografía Héctor Montaño

Al desocupar el espacio, los zapotecos lo destruyeron parcialmente y le colocaron una serie de cuartos encima, ante su abandono, le depositaron una serie de «ofrendas matadas», compuestas por vasijas de gran formato y fragmentos de urnas, halladas sobre los pisos de estuco, tal vez, con la intención de desacralizar los espacios.

El friso forma parte de la penúltima etapa constructiva de la residencia mencionada, la cual se ha ubicado hacia la época de ocupación Monte Albán que abarca de 650 a 850 d.C., temporalidad de mayor apogeo del sitio.

Asociada al friso, en la fachada se halló una serie de fragmentos de imágenes icónicas del mundo zapoteco, relativas a aspectos del poder: figurillas de monos y jaguares, y la representación del quincunce (símbolo que alude a los cuatro rumbos y al centro del universo), las cuales son manifestaciones del mundo cósmico al que obedecía la construcción de una casa como esa.

Conjunto monumental de la Zona Arqueológica de Atzompa. Fotografía Héctor Montaño

El friso completo midió cerca de 30 metros de extensión en toda la fachada oriente o principal, lo que convierte a la unidad residencial en una de alto valor, no solo para Monte Albán, sino para el Valle de Oaxaca. 

«Materiales como la piedra caliza y estuco requieren de un alto grado de especialización para su manejo y restauración, por lo que el friso de la Casa del Sur en Atzompa debe considerarse uno de los elementos de mayor importancia entre las prioridades de conservación», puntualizó la investigadora del Centro INAH Oaxaca. ♦

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